Fecha de la Halajá: 23 Av 5773 30 julio 2013
Pregunta: La confianza en D-os ayuda incluso a aquellos que no se comportan correctamente con El?
Respuesta: Pregunta el talmud (Menajot 29) sobre la interpretación del versículo que dice: Confiad en el Eterno por siempre, pues es El, Todopoderoso y Eterno (Isaías 27) y explica que, todo aquel que deposita su confianza en el Eterno esto le supone protección y fortaleza, tanto en este mundo como en el venidero. Y el Talmud (Yerushalmi Berajot cap. 5 inc. 1) enseña que el siguiente versículo nunca debe apartarse de tus labios: Dichoso el hombre que en Ti confía.
De todo lo anterior concluimos que la confianza en el Eterno es sumamente positiva para el hombre, como afirma el Midrash (Tehilim 32 inc. 719), dice Rabí Eleazar que incluso la persona desatinada que confía en el Eterno, sobre él está dicho: Y quien confía en el Eterno la gracia lo rodeará.
Y así cita el Midrash (Shojer Tob 141), “y dijo el Rey David, de bendita memoria, D-os del universo, yo, aún cuando no poseo méritos, en Tu merced confío. D-os, clamo por Ti acude en mi ayuda!
En tanto más la persona asuma esta virtud de la confianza en D-os, más aprenderá a entregarse a El permanentemente, como está escrito: Arroja al Eterno tus vicisitudes y El te protegerá, y así accederá a todo el bien y la salvación de los cielos.
Y cuantas personas, especialmente en la generación pasada, poseían esta confianza absoluta y pura en el Eterno y la misma los hizo merecedores de grandes milagros y salvaciones más allá de la naturaleza.
Ocurrión con el Maharal de Praga (famoso por la creación de un golem) que en su juventud se comprometió con una joven virtuosa y temerosa de D-os, llamada Perl hija de don Shemuel ben Yaacob, hombre adinerado y relacionado con los círculos del poder. Este hombre le prometió al Maharal asumir no sólo los gastos del casamiento, sino también su manutención en forma holgada.
Sin embargo, tras un corto tiempo este hombre adinerado sufrió un gran traspié económico y perdió su fortuna, por lo que se vio en la necesidad de escribirle al Maharal para comunicarle que ya no estaba en condiciones de cumplir con su promesa por lo que lo relegaba de su compromiso y lo ponía en libertad de escoger otra joven (en aquella época sin la ayuda de los suegros o padres era sumamente difícil construir un hogar judío).
Entonces el novio respondió que el tenía absoluta confianza en D-os y que hasta la boda todo llegaría a solucionarse. Y si él, el suegro entendía que debía buscar otro candidato y así lo aceptaba la muchacha ya vería que hacer. De todas formas, el Mahara”l continuó con sus estudios, con la santidad y el vigor que lo caracterizaban.
La joven, al ver la difícil situación que se estaba viviendo en la casa, comenzó a elaborar productos de panadería y comercializarlos en una pequeña tienda. Estaban pasando por una época de guerra entre los países.
Ocurrió, que un soldado llegó hasta el local de la joven galopando en su caballo, un soldado que clavó con su lanza uno de los panes y se dispuso a alejarse sin pagar el mismo. La muchacha, corrió y le imploró al soldado que no se llevar el pan sin pagarlo, pues ella era una joven pobre que trataba de ganarse el sustento para ayudar a sus padres ancianos que carecían de otro apoyo. El soldado le respondió a la joven que estaba muy hambriento ya que hacía tres días que no comía y que no tenía efectivo para pagarle, aún así no quería llevarse el pan sin abonarlo por lo que le quitó la montura a su caballo y la arrojó al local de la muchacha. Despues de un tiempo, la muchacha descoció la montura y pudo comprobar que dentro de ella habían hileras de monedas de oro guardadas, la joven se convirtió en una mujer sumamente rica y entonces contaba con veintiocho años.
Entonces el suegro le escribió al novio, haciéndole saber que había llegado el momento ansiado y podían llevar a cabo la boda. El novio viajó al pueblo de la novia y festejaron la boda con gran alegría y esplendor.