Fecha de la Halajá: 22 Av 5773 29 julio 2013
Pregunta: La expresión “apreciado es el hombre que fue creado a imagen” se refiere sólo a Israel o también a los demás pueblos? Y si es así ¿sólo a los hombres justos o todos los judíos?
Respuesta: Dice el Talmud (Abot 3, 18) “Apreciado es el hombre pues fue creado a imagen –divina-“, y se cita al respecto el versículo: El que vierte sangre del hombre, por el hombre su sangre será vertida. Que a imagen de D-os fue creado el hombre (Bereshit 9). Explican los sabios en el Talmud (Sanedrín 57) que este versículo se refiere al aborto, que es una forma de asesinar y aún los gentiles están incluidos en esta prohibición tanto como los hebreos, ya que se trata de una de los siete preceptos noajicos de aplicación universal.
Lo anterior se aprende de la expresión del ver. Que literalmente se entiende como “el que vierte sangre del hombre en el hombre” por ello el Talmud pregunta ¿Qué sangre del hombre en el hombre se puede verter? Responde el Talmud, el feto. Por ello Ramba”m dictamina (Leyes sobre los Reyes cap. 5 inc. 4) que el gentil que vierte sangre humana, crimen, incluso si realiza un aborto, es pasible de la pena capital.
De lo anterior aprendemos que la expresión “a imagen del Señor fue creado el hombre” aplica incluso a los gentiles quienes asimismo tienen prohibido matar un feto pues se trata de una vida creada a imagen.
En la obra Midrash Shemuel (Rabí Shemuel de Uzeda z”l contemporáneo del Ari z”l) el autor relata que le preguntó a Rabí Hayim Vital z”l (alumno del Ari z”l) respecto a este versículo y le respondió que los impíos no se hayan incluidos en la imagen divina del hombre.
Explica Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, (Maor Israel folio 345) lo anterior según lo que escribe el sagrado libro del Zohar (Sección Noah) que todos los hombres fueron creados a imagen de D-os, esto no se refiere a ninguna forma física, sino a la constitución espiritual que da vida al cuerpo. Y en el momento en que el hombre peca, se desprende de él esa imagen espiritual y así se puede inferir del Talmud (Shabbat 151b).
Podemos agregar sobre lo anterior, lo que escribiera el gran erudito Rabí Itzjak Hacohen Kuk z”l en su obra de responsas halájicas Daat Cohen cap. 199 donde analiza la cuestión de las autopsias y dice que estas están prohibidas de practicar en el cuerpo judío mas no en el de los gentiles. Pues el pueblo judío fue advertido de guardar la imagen divina que posee el hombre por medio de los preceptos, las comidas prohibidas, etc. en tanto que los gentiles no poseen esta advertencia y comen y viven sin limitación alguna. Por este motivo el cuerpo del judío tiene santidad después de fallecido y el del gentil no la tiene. Ver la obra Ruaj Yaacob cap. 1 inc. 2).