Pregunta: Si en medio del birkat hamazon ingresa a la habitación un rabino o un anciano ¿es preciso pararse? Asimismo ¿Es permitido silenciar al niño por medio de gestos en medio de la amidà?
Respuesta: Una de las grandes autoridades rabínicas de hace aproximadamente 50 años en Jerusalèn fue Rabí Efraím Cohen z”l, padre de Rabí Shalom Cohen, Shlit”a, actual decano de la Yeshiva Porat Yosef en Jerusalèn. Este destacado sabio sefaradita fue un gran cabalista, de hecho todos lo sabios de la Cabbalá que se formaron durante la generación pasada fueron sus alumnos. El ameritó haber sido alumno del mismo Ben Ish Hay (Rabì Yosef Hayim de Babel z”l) y posteriormente continuó sus estudios en Jerusalén sufriendo penurias y una tremenda pobreza que no le impidieron enseñar y educar una nueva generación de eruditos.
Esta misma pregunta que nos ocupa hoy se la formulò Rabì Efraim Cohen z”l a nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l (en el año 5707 cuando Rabì Ovadia Yosef contaba sòlo 26 años). Pues se puede inferir de las autoridades halàjicas que la relevancia del birkat hamazon es similar a la de la amidà, durante la cual no se puede gesticular ni realizar ninguna actividad e incluso si el rey de Israel lo saluda no està obligado a regresar el saludo. Por lo tanto, lo mismo aplicaría al birkat hamazon.
Nuestro maestro le respondió que lo que hallamos escrito en relación al rey de Israel que no es preciso regresarle el saludo hace referencia al saludo verbal. En la obra Shaare Teshuba (cap. 104) escribe que el rabino de una comunidad que se halla en medio de su amidà y se percata que el oficiante lo està esperando para comenzar la repetición de la amidá, puede señalarle por medio de gestos para que comience mientras él continúa con su plegaria.
También nuestro maestro Rabì Itzjak Yosef, Shlit”a (Yalkut Yosef cap. 183) escribe al respecto y concluye que si en medio del birkat hamazon ingresa un sabio o un anciano a la habitación, debe pararse en señal de respeto.
De lo anterior concluimos que si en medio de la amidá en la sinagoga un niño hace ruidos molestos que perturban la concentración de los feligreses, se le puede realizar señas para silenciarlo.