Todas las personas mayores deben ayunar el día de Quipur, incluso las embarazadas y parturientas, a menos que su situación personal se lo impida. De todas formas es necesario consultar una autoridad en halajá que indique cómo proceder correctamente, ya que no se debe actuar en forma indiscriminada incluso si se desea asumir una conducta estricta y ayunar cuando no debe hacerlo, ya que esto pondría en peligro la vida o la integridad física de la persona y la sagrada Torá nos enseña que los preceptos fueron entregados para “vivir con ellos” y no para morir por su causa, como está escrito: Y vivirás con ellos. Incluso ante una situación dudosa es preciso abstenerse y guardar la saluda. Cuando nuestro maestros Rabi Ovadia Yosef, z”l, se desempeñaba como rabino principal de Tel Aviv y aún después, solía visitar los hospitales para interiorizarse de aquellos enfermos cuya situación era delicada y no podían ayunar y convencerlos de que no ayunen. Y citaba lo escrito por el Radba”z (Rabí David Ben Zimra z”l s. XV) quien escribe que la persona que se niega a recurrir al médico aduciendo que él confía en D-os, es un tonto piadoso, pues la Torá autorizó a los médicos a curar a los enfermos y por lo tanto la persona debe proceder según las reglas de la medicina tras consultar una autoridad halájica competente.
Existen personas cuya enfermedad se controla por medio de medicamentos y por lo tanto no representa para ellos un peligro el ayuno, sin embargo el abstenerse de tomar la medicación sería, de hecho, peligroso. En estos casos es preciso consultar una autoridad halájica que indique cómo debe conducirse. Esta situación es común entre personas que toman medicación psiquiátrica; estos trastornos en ocasiones pueden definirse como enfermedades de peligro según la halajá.
Las personas que deben comer en Quipur pueden hacerlo normalmente sin restricción, ya que ningún precepto de la Torá puede oponerse a la salud de la persona. Sin embargo, en general no es preciso comer de una sola vez una gran cantidad de comida y se puede tomar bocados de hasta 30 gs. En sólidos y 40 gs. en líquidos haciendo pausas entre cada bocado de diez minutos, tanto entre los sólidos como éntre los líquidos. Y en la víspera de Quipur debe preparar los bocados o las porciones de 30 gs. así como un utensilio para medir los 40 gs. de líquidos. A este efecto puede servir una mamadera o tetero de niño.
Está prohibido bañarse o lavarse el día de Quipur, incluso introducir un solo dedo en agua está prohibido. De todas formas, la prohibición alcanza sólo el lavado que se realiza por placer, por lo tanto si debe lavarse pues se ensució con barro, etc. puede hacerlo ya que no se trata de un lavado de placer. La inmersión en una “mikve” –baño ritual- se halla prohibida el día de Quipur.
En la mañana debe realizar la “netilat yadaim” sólo hasta los nudillos, vertiendo agua tres veces como lo hace habitualmente y pronunciar la bendición correspondiente “al netilat yadaim”.
No se debe lavar la cara el día de Quipur, a menos lo haga para higienizarse, por ej. si se le acumuló lagaña en los ojos, en este caso puede lavarse para eliminar la suciedad. La persona delicada que de no lavarse la cara se siente incómoda y debe necesariamente hacerlo, puede lavarse. Los ashkenazim son más estrictos al respecto y no autorizan el lavado de la cara a menos que lo haga para higienizarse.