Comenzamos a citar el párrafo “Mashib Haruaj…” en la plegaria de Musaf (adicional) de la festividad de Simjat Torá (shemini atzeret, fuera de Israel). No se trata de un pedido formal por las lluvias sino de una alabanza al Creador, por ello se denomina en el lenguaje rabínico “Gueburot Hagueshamim”, o sea el poder de las lluvias. El pedido formal por lluvias se realiza en la bendición de “barej alenu” y existen algunas diferencias entre este pedido y la alabanza de mashib haruaj. La primera de estas diferencias es que comenzamos a citar mashib haruaj desde la plegaria de Musaf de Shemini Atzeret, como ya lo recordamos, en tanto que el pedido de las lluvias comienza realizarse en Israel el día 7 de Jeshvan y fuera de Israel el 5 de Diciembre.
Afirma el Talmud (Berajot 33) que introducimos esta alabanza de mashib haruaj por las lluvias en la bendición “ata guibor” al comienzo de la “amidá”, pues esta bendición se refiere a la resurrección de los muertos, lo cual de alguna forma se asemeja a la acción de las lluvias. El pedido de las lluvias se realiza en la bendición denominada “bircat hashanim”, la bendición por el año, pues esta bendición hace referencia al sustento del hombre durante el año y las lluvias son parte del sustento del ser humano.
Entre las comunidades sefaraditas y algunas comunidades ashkenacies, se acostumbra en verano a agregar la frase “morid hatal” en la bendición “ata guibor” de la amidá. Según esta costumbre, si olvidó recitar “mashib haruaj” y en su lugar dijo “morid hatal” y ya terminó la bendición, no debe repetirla. Sin embargo, si no cita ninguna de estas fórmulas (como acostumbran algunas comunidades ashkenacies en verano), si no terminó todavía la bendición de “ata Kadosh”, debe citar “mashib haruaj umorid hagueshem” antes de esta bendición y continuar su plegaria en forma habitual. Si ya hubiese pronunciado la bendición de “ata kadosh”, deberá necesariamente recomenzar la amidá.