Fecha de la Halajá: 18 Av 5773 25 julio 2013
Hemos venido desarrollando el tema del matrimonio. Como es sabido, desde el momento en que la mujer recibe bajo el palio nupcial un objeto, en la actualidad un anillo, con la intención de que convertirla en esposa, queda consagrada como esposa para el hombre que le entregó el anillo, y que ella aceptar con la misma intención. Desde ese momento la mujer se convierte en “eshet ish”, es decir mujer casada.
Está escrito en la Tora: “Cuando un hombre tomara una mujer y la desposare, y será si hallare en ella descuido o desagrado, y le escribirá carta de divorcio y se la entregará en su mano y la enviará de su casa. Y saldrá de su casa y se casará con otro hombre” (Debarim 24).
Vemos en la Tora, que es posible deshacer el vínculo matrimonial entre el hombre y la mujer por medio de la carta de divorcio, guet, que debe entregar el hombre en manos de la mujer y así hacer que esta cese en su condición de “eshet ish” y pueda contraer matrimonio con otro hombre. Y así lo dictamina el Sh. Aruj y se trata de un área halájica sumamente frondosa y compleja.
Y aún cuando existe la posibilidad de interrumpir el vínculo matrimonial de una pareja, escriben las autoridades rabínicas que no se debe ser irreflexivo al respecto pues, afirma el Talmud, quien divorcia a su primera esposa incluso el altar derrama lágrimas por él.
En la actualidad, lamentablemente, el divorcio se convirtió en una solución sumamente común, y no es así el espíritu de la Tora. De todas formas, si todos los intentos fallaron y lamentablemente no existe ya compatibilidad en la pareja, queda la opción del guet o divorcio para que ambas partes puedan rehacer su vida y ninguno quede preso del otro.
Es preciso saber que la única opción para que la mujer pierda su condición de eshet ish es por medio del divorcio, no existe otra vía para liberar a la mujer de su condición de casada y autorizar que la despose otro hombre sino por medio del guet. Y aún si recibió su divorcio civil, en tanto no halla realizado su guet no podrá contraer matrimonio nuevamente.