Está escrito en la Torá: Festividad de Sucot harás para ti, con lo que recojas de tus graneros y tus lagares (Debarim 16) de esto aprenden nuestros sabios en el Talmud (Suca 12 ) que el techo de la Suca debe confeccionarse con el residuo de los graneros y las vides, o sea los restos de las espigas del trigo y de los racimos de uvas. Y así también lo cita el profeta (Nejemías 8) en nombre de los líderes de aquella generación, quienes indicaban a los judíos “ved a los montes y traed hojas de olivo y hojas de mirto, de datileras y de sauces para construir la Suca”. De todo lo anterior aprenden nuestros sabios en el Talmud que el “secaj” –techo de la Sucá- tiene tres condiciones, a saber: 1) Debe tratarse de un vegetal, o sea que crece en la tierra; 2) Este debe estar arrancado de su lugar de crecimiento; 3) No debe tratarse de un utensilio o algo que es pasible de impurificarse, o sea un vegetal que no sea comestible ni se halla confeccionado con el mismo un objeto. Por ejemplo un cadáver que hace contacto con una hoja de mirto no la impurifica, sin embargo si toca un objeto hecho de madera de mirto sí lo impurifica. E incluso si se desarmó el objeto no se debe hacer el “secaj” con los restos del mismo.
Por lo tanto, no se debe hacer el “secaj” con ningún tipo de metal ya que no crece de la tierra, no es vegetal. Tampoco con ramas de árbol que no fueron arrancadas de su tronco pues, como dijimos no es apto para el “secaj” sino un vegetal que fue arrancado de su lugar de crecimiento. Lo mismo aplica para los frutos, no se puede realizar un “secaj” con ellos ya que al ser alimentos son aptos para impurificarse y esto los descalifica para confeccionar el mismo. También los objetos de madera no son aptos para el “secaj” ya que al ser objetos pueden impurificarse. Incluso si hubiese confeccionado un “secaj” apto pero lo cubrió con un “secaj” no apto, por ej. metal, la Sucá no es apta. De esto inferimos, por ej. que si construyó una Sucá valida debajo de balcón de un vecino, la misma no es apta.
El papel no es apto para confeccionar un “secaj” aún cuando fue hecho a partir de árbol pues se alteró totalmente su forma y ya no se considera un “vegetal”. Por ello, los adornos de papel que se suelen colgar en la Sucá para adornarla pueden inhabilitarla pues se trata de un material no apto para el “secaj”. Debido a esto, escribe nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z"l, que las personas que cuelgan adornos de papel de bajo del “secaj” deben hacerlo prácticamente adosando los mismos al “secaj”, o por lo menos a menos 4 “tefajim” -treinta y dos ctms.- del mismo pues de lo contrario invalidarían el “secaj”. Sin embargo, al ser colocados a menos de 4 “tefajim” se consideran suplementos del “secaj” y no lo invalidan aun cuando se trate de adornos grandes.