Se puede leer en la meguilá, después de que la Reina Ester hubo ayunado durante tres días, y decidió ir a ver al Rey Asuero (Ajashverosh) para pedirle que viniera a su fiesta: “Y sucediera que al tercer día, Ester se vistiera de majestad”. Y nuestros rabinos dijeron en el Midrash, que cuando el rey vio a Ester parada frente a él, su ira se encendió en él, porque Ester había quebrantado la ley, entrando ante él sin una invitación formal de su parte.
Ester miró a los ojos de Asuero, que ardían como fuego, y se dio cuenta de que estaba muy enojado, por lo que le tuvo miedo, y reclinó la cabeza sobre la muchacha que estaba de pie a su derecha. Pero Dios bendito sea, vió el dolor de la huérfana Ester, por mérito que ella siempre confió en él. Y en la Guemará (Daf 15b) el rabino Yojanan dijo, en ese momento Ester tenía tres ángeles serviciales junto a ella, uno levantó su cuello, el segundo le brindó un hilo de gracia sobre ella y le agregó belleza y esplendor. Mientras que el otro le extendió el cetro de oro para que Ester le tocara.
Y nuestros rabinos dijeron allí en la Guemará, en ese momento Ester fue que dijo: "Dios mío, Dios mío ("Eli Eli"), ¿por qué me abandonaste?" (Tehilim cap 22).
Y nuestros rabinos interpretaron "Eli Eli", llegaron a aludir a dos casos en los que Dios salvó a Israel, "Eli" en el mar rojo, "Eli" en el Monte Sinaí. Y parece interpretar, que Ester vio que el Espíritu Sagrado se había apartado de ella, y pensó, que tal vez por las iniquidades de Israel que se inclinó a idolatrías de imágenes, y no merecían un milagro para ellos. Y de nuevo se calmó y resolvió en su mente que aún Dios sería un refugio para su pueblo, porque el mundo entero no fue creado excepto Israel, y cuando Israel cruzó el Mar Rojo, una estatua de Miqueas estaba con ellos, y sin embargo Dios les hizo un milagro, porque cuando se trata de todo el pueblo de Israel, Bendito él que no los juzga según sus obras, porque ellos son la esencia del mundo, por eso dijo "Eli", es "Eli" que salvó a Israel en el Mar Rojo.
Y sin embargo Ester pensó, tal vez ahora merecían ser castigados, porque se decía de ellos que eran "un pueblo disperso y separado entre los pueblos" y no había unidad entre ellos, y si así fuera no deberían ser juzgados como personas individuales, porque ellos mismos están en conflicto y separados. Pero Ester miró y dijo que ya que Israel se había arrepentido y se había unido, Dios seguramente haría un milagro por ellos, así como cuando se unieron ante el Monte Sinaí, se hicieron dignos de recibir la Torá, que dice: Y si es así, incluso ahora, "Eli" en el Monte Sinaí, redimió y salvó a Israel, para que estén unidos.
Y en verdad así como el Señor escuchó su oración, realizando milagros y maravillas, así el Señor escuchará las oraciones de todo Israel, y las guardará y salvará dondequiera que estén, oiremos y se nos dirán buenas nuevas, salvación y consuelo. Amén, y así sea su voluntad.