Al termino de los rezos de los días solemnes, en el rezo de “Neila” que recitamos finalizando el día del perdón, decimos: “y nos dio nuestro D-os con amor este día del perdón etc, para las disculpas perdón y expiación etc, para evitar conductas deshonestas y volver a observar las legislaciones de tu voluntad con integro corazón”.
Y ya aprendimos, que toda la base y principios de estos piadosos días, son la preparación para el llamado del gran día solemne, el día del perdón. Y en el momento neurálgico del día del perdón, en el rezo de “Neila”, se define el gran y santo propósito de todo nuestro trabajo en estos días, que es “para evitar conductas deshonestas”, porque si no fuera que el retorno existe en el mundo, estarían la mayoría de personas avergonzándose de su vil situación, y se hundirían en sus pecados, e irían de un tropiezo en otro. Pero D-os bendito, en su gran misericordia, comprendió las intenciones ultimas del hombre, porque Conoce su instinto, Creó una creación única para el pueblo de Israel, y es el sentido del retorno. Está en la capacidad de la persona el borrar por completo sus errores y pecados, y retornar a su estado original, y de ahí en adelante reforzarse par ir de un complimiento en otro. Y por ende se hará meritorio de una recompensa y serpa inscripto para un año nuevo y bendito.
Y es que todos somos creyentes hijos de creyentes, y la verdad de las palabras de nuestros sabios (en el talmud cap. 1 de Rosh Hashana), “pues todo esta determinado del cielo, porque D-os bendito, es Quien determina sobre cada creación en estos días, quien vivirá y quien morirá, quien ameritara ser rico y quien pobre, quien será sano y quien enfermo, quien amerite casarse y quien se quedara solo, ya que todo está decretado por el Rey del mundo.
Siendo asi en estos días que nosotros imploramos a D-os que cumpla todos nuestros pedidos para bien, de seguro recae una obligación doble de 00000000esforzarnos y volver en retorno, como escribió Rab Behaye z”l en el libro Las obligaciones del corazón (jovot halevavot), porque quien sabe que todo proviene de D-oa bendito, y está confiado en el Todopoderoso que podrá salvarlo, y aún así continúa en su camino erróneo y equivocado, ¡que necio! Que tonto!, como es posible que sepas que todo están dependiendo de la voluntad bendita, y te paras delante de El rezando y simultáneamente sigues enfureciéndolo? De echo sobre esto dijo el profeta, “cuando vengan a presentarse delante Mio ¿quien pidió que vengan a deambular a mi patio? Pero si la persona somete su voluntad, después que esta necesitado de la misericordia divina, se comporta con humildad, y retorna de manera genuina e implore a D-os bendito que lo perdone y cumpla sus deseos, entonces habrá un lugar para que su rezo se reciba delante de D-os bendito.
También por intermedio de este retorno durante estos días, experimentará un despertar de amor y temor al Eterno, y se imbuirá de temor a D-os su corazón, hasta los días de misericordia y perdón venideros, en los que nuevamente experimentará ese desertar para temer D-os reverenciado y todopoderoso. Y hay que cuidarse mucho en los compromisos asumidos, en retornar de manera rotunda, que sean de los compromisos que verdaderamente haya posibilidad de cumplirlos, y no se vulneren los mismos, D-os no lo permita en ninguna cosa que que haya asumido en su retorno.
Y quizás por ello las grandes tragedias que acaecieron al pueblo de Israel ocurrieron generalmente en los meses de Ab y Tamuz, pues son meses alejados de la piedad y la misericordia divina que reinan durante los meses de Elul y Tishri. El atributo de la justicia encuentra el terreno apropiado para inculpar al pueblo de Israel y hacerlo caer en falta de devoción a D-os y al expedirse los decretos en los cielos ya será tarde para recomponernos.
Cuantos de aquellos que amamos ya no están este año! Cuantas tragedias fueron decretadas durante aquellos días que de haber podido preverlas hubiésemos rezado con mayor concentración las plegarias de “D-os, evita la mortandad de Tu heredad”. No lo supimos, pero hay debemos realizar todo nuestro esfuerzo por acercarnos al Todopoderoso y corregir conductas inapropiadas y ese mérito nos ayude que El reciba nuestras plegarias y nos inscriba para un año de bondad, prosperidad y salud, Amen.