Pregunta: Oí que si realizo una donación como tzedaká -caridad- pero mi intención implícita es la de obtener fama por medio de ello, no es considerado no es considerado un precepto?
Respuesta: El Talmud (Quetubot 66) relata sobre uno de los hombres ricos durante el período del segundo Templo llamado Nakdimon ben Gurión, también su hija era sumamente acaudalada y vivían en la opulencia tras haber reibido la herencia de su padre.
Continúa relatando el Talmud que Raban Yojanan ben Zakai en una ocasión se hallaba montando un burro y sus alumnos lo seguían detrás. De repente, vio a una mujer sumamente pobre que estaba recogiendo granos de cebada entre el estiércol de los animales. Cuando vio al rabion se acercó a él y le dijo, Rabí, por favor ayúdame! El Rabino le preguntó, hija mía quién eres? Ella respodnió, soy la hija de Nakdimon ben Gurión. Le preguntó el rabino, qué se hizo de la riqueza de padre? Ell respondió, dicien en Jerusalén que el dinero como la sal la caridad lo preserva. Es decir que la así como la sal preserva la carne e impide que se descomponga, la caridad impide que el dinero se pierda.
Pregunta el citado Talmud, acaso Nakdimon no realizó caridad?! Si se cuenta sobre él que cuando salía de su casa y se dirigía a la casa de estudios tendía a su paso costosas telas que los pobre recogían como caridad, es decir que realizaba grandes colaboraciones. Responde el Talmud que lo que hacía lo hacía para su honra personal y por eso no se consideraba un acto de caridad.
Aprendemos de lo anterior que quien realiza un acto de caridad con la intención de honrarse con el mismo, no se considera ello una caridad. También el Talmud (Berajot 17) afirma que quien estudia Tora debe hacer en nombre de los cielos pues de lo contrario su estudio no es considerado un precepto válido.
Por otro lado, el Talmud (Nazir 23) enseña que que el hombre debe estudiar y cumplir los preceptos aún cuando no lo haga en nombre de los cielos pues eventualmente llegará a hacerlo con nombre intención. Este párrafo del Talmud aparentemente contradice al primero que hemos citado.
Esta misma pregunta realiza el Tosafot (Pesajim 3) y responde que si la persona observa un precepto con la única intención de trascender o estudia para discutir con los otros eruditos, ello es absolutamente inválido y carente de espiritualidad. Pero si su intención es cumplir el precepto y también obtener fama debe hacerlo pues lentamente irá creciendo en su espiritualidad y eventualmente llegará a observar los precepto sólo en nombre de los cielos.