Pregunta: Cuando es necesario llamar una ambulancia en Shabbat para conducir a la parturienta al hospital ¿el marido puede acompañarla?
Respuesta: Estudia la Mishna (Shabbat 128b) Socorren y ayudan a parir a la parturienta en Shabbat y se transgrede por ella el Shabbat. El Talmud agrega que “si necesita luz su compañera puede encender por ella una vela”, o sea que si la parturienta pide que enciendan para ella una vela, es permitido hacerlo pues su condición se considera de “sacaná” o sea peligro de vida. En el contexto de dicho párrafo del Talmud, se explica que incluso si se trata de una parturienta ciega, que no va a utilizar ella misma la luz se puede encender por su requerimiento una vela, y explica el Talmud que esto es debido a que aún cuando ella no ve, la tranquiliza el hecho de que su acompañante puede ver y prestarle ayuda.
De este párrafo del Talmud, aprende el Hazon Ish z”l (Responsas, 141) que se debe acompañar a la parturienta en su viaje hacia el hospital ya que ella la tranquiliza y el sentirse sola puede suponerle un peligro al desestabilizarla y exponer su vida. Asimismo se le puede aplicar la anestesia epidural en caso que la requiera por este mismo motivo (tomo 3 folio 322).
En la obra Or Letzion (tomo 2 folio 262) se cita en nombre de Rabi Ben Tzion Aba Shaul z”l que se puede proceder de esta manera, trasgredir el shabbat, exclusivamente si la parturienta lo requiere, pero si ella permanece en silencio no se puede profanar el shabbat para su asistencia.
Sin embargo, nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l, escribe (Hazon Ovadia tomo 3 folio 320) que en ocasiones la parturienta no reclama asistencia para evitar que los demás profanen la santidad del Shabbat por ella pues ignora que está permitido ayudarla, por ello aun cuando no lo requiere se puede asistirla profanando el Shabbat, salvo que sea evidente que ella está serena y realmente no requiere ayuda, entonces no se debe profanar el Shabbat innecesariamente.
En conclusión, el esposo o algún integrante de la familia puede acompañar a la parturienta incluso si ella no lo reclama, en su viaje al hospital.
De hecho, cuando la Rabanit Margalit z”l, esposa de nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l tuvo que dar a luz a uno de sus hijos en Shabbat, cuando el Rab oficiaba como rabino de la ciudad de Petah Tikva, se acercó a uno de los vecino no religiosos que tenía automóvil para pedirle si podía trasladar a la Rabanit al hospital, el hombre le respondió toscamente que los religiosos se abusaban y cuando querían profanaban el Shabbat! La Rabanit, al escuchar el reclamo del vecino le dijo al Rab que ella podía caminar un poco para salir del barrio y que la gente no pensara que el Rab viaja en Shabbat y después tomaría un automóvil, así después de un rato le dijo a su esposo ¡un poco más! Y ¡un poco más! Y finalmente llegaron al hospital y nación Rabí David Yosef, Shlit”a, con salud y Shalom.