En principio, debemos recordar que la persona que come un fruto que se renueva cada año debe pronunciar la bendición de Sheeheyanu tras recitar la bendición correspondiente del fruto.
Sin embargo, es necesario analizar el caso de los frutos que son productos de injertos, como las toronjas –mezcla de naranja y pomelo- e incluso existen opiniones que sostienen que la misma naranja no es un fruto natural sino producto de un injerto. Por lo tanto, estos frutos que son resultado de la intervención del hombre en contra de la voluntad de D-os que no los produjo ¿son aptos para recibir la bendición de Sheeheyanu?
Escribe en la obra Halajot Quetanot que nos es apropiado bendecir sobre un fruto que es producto de la intervención del hombre contra la voluntad de D-os. Y así lo dictamina también Rabí Yosef Haym z”l en su obra Ben Ish Hay (Parashat Ree) donde escribe que en Bagdad acostumbran no recitar la bendición de Sheeheyanu sobre el “partical” –un cítrico similar a la naranja- pues se trata de un injerto.
Sin embargo, el gran erudito Yaabet”z (Ya´acob ben Tzvi s. XVIII) cuestiona este dictamen de la obra Halajot Quetanot y entre otras cosas, argumenta que de no ser apropiado bendecir sobre un injerto Sheeheyanu, tampoco correspondería pronunciar la bendición propia del fruto y por lo tanto no podríamos consumirlo. Y si su consumo está permitido, significa que no existe ninguna limitación en pronunciar la bendición de Sheeheyanu así como pronunciamos la bendición correspondiente al fruto alabando al Eterno por el provecho que obtenemos del mismo.
Y aún cuando según la halajá deberíamos abstenernos de pronunciar esta bendición sobre los injertos pues existe divergencia sobre esto y como en todos los casos de divergencia no se debe pronunciar al bendición con el nombre de D-os incluido, en este caso en que la costumbre instituida establece que se bendice sobre los mismos, y no aplica ninguna abstención. Y así se acostumbra en Jerusalén, a bendecir sobre estos cítricos, como lo citan distintas autoridades halájicas.
A los efectos halájicos, no existe restricción para pronunciar la bendición de Sheeheyanu sobre los frutos productos de injerto, más aún teniendo en cuenta la opinión de nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l (Yebia Omer tomo 5 cap. 19) quien dictamina que incluso se puede indicar a un gentil realizar el injerto y no se considera esto una acción opuesta a la voluntad divina por lo que más aún se puede bendecir sobre estos injertos Sheeheyanu.
En conclusión, la persona que consume frutos de injertos nuevos del año puede pronunciar la bendición de Sheeheyanu.