Pregunta: ¿Existe una situación tal en que, debido a la gravedad de los pecados cometidos no le es posible a la persona retornar en Teshubá?
Respuesta: El Talmud (Jaguigá 15ª) cita un episodio relacionado con Rabí Elisha ben Abuia, maestro de Rabí Meir, quien era un sabio sumamente destacado. Sin embargo, fue decayendo en su condición espiritual hasta desmoronarse totalmente y convertirse en incluso en “mejalel shabbat” –quien profana el Shabbat. De todas formas, por tratarse de un erudito que había dedicado su vida al estudio de la Torá, oyó un eco celestial que proclamó volved, hijos rebeldes, a excepción de “ajer” –el otro, apelativo utilizado en el Talmud para denominarlo-. O sea que escuchó explícitamente como el eco celestial invitaba en nombre de D-os a todos los pecadores a realizar Teshuba y retornar a D-os y de esa manera El disculparía sus pecados, a excepción de “ajer” quien debido a la gravedad de sus faltas D-os no estaba dispuesto a disculpar. Y el Talmud (Ib.) se explaya explicando los esfuerzos que debió realizar Rabí Meir, su alumno, para salvar a Elisha de los graves castigos que le aplicarían en los cielos a su alma. En realidad, Elisha había caído tan bajo que el eco celestial le negaba la posibilidad de retornar a D-os pues su teshuba no sería aceptada?
Es un grave error entenderlo de esta forma. Uno de las grandes autoridades rabínicas de las últimas generaciones, Rabí Moshe Mitiran z”l escribe en una responsa que en realidad este fue el error que el mismo Elisha cometió, pues aún cuando oyó el eco celestial debía entregarse a la Teshubá sin importar lo que hubiese oído, como afirma metafóricamente nuestros sabios, “todo lo que te diga el dueño de casa debes hacer, a excepción de salir”. O sea, el dueño de casa sería en este caso el Eterno, y aún cuando a la persona le digan que se aparte, no debe atender dichas órdenes, pues el Eterno siempre está dispuesto a recibir la Teshubá y no desea la muerte del pecador. Pero todavía tenemos que comprender por qué el eco celestial se expresó de esa forma, excluyendo la posibilidad de la Teshubá de Elisha.
Explica Rabbenu Hahid”a, en nombre de una de las grandes autoridades de su generación Rabí Abraham Itzjaki z”l, que la intención del eco celestial era pedirle a todos los pecadores que retornen en Teshuba, a excepción de Elisha, a quien no se lo pedía pues él poseía la grandeza de conocimientos suficiente para comprender que debía retornar en Teshubá y asumir sus responsabilidades en la observancia de los preceptos. Y aún así Elisha escogió no acercarse, por lo que provocó el enojo celestial y por lo tanto el eco emitido no lo invitaba a realizar Teshuba. Aún así, si hubiese retornado en Teshubá por su propia iniciativa, la misma hubiese sido aceptada y nuevamente se convertiría en alguien aceptado por el Eterno, como le dijo Rabí Meir, no existe nada que se oponga a la Teshubá del hombre.
Y así explican nuestros maestros los sabios de la Cabalá, con respecto al que cometió graves pecados, sobre quien está escrito que puede retornar en Teshubá, lo que no debe entenderse en forma literal, que ya no puede realizar Teshubá; sino la intención implícita en este caso que su Teshubá es sumamente difícil y debe realizar todos los esfuerzos posibles para someter a su instintos que lo induce a apartarse del camino de la Teshubá, y aún cuando considere que no puede realizar Teshubá de los pecados que ha cometido, ese mismo pensamiento es inducido por su mal instinto –yetzer hara´- que desea destruirlo, y debe realizar todos los esfuerzos para apartarse del pecado, pues cualquier esfuerzo, aún el más pequeño, es sumamente valioso a los ojos del Eterno.
De todo lo anterior concluimos, que incluso la persona que ha cometido graves trasgresiones e incluso ha inducido a otros al pecado, sobre quien está escrito que no le facilitan su Teshubá, de todas formas debe realizar todos los esfuerzos posibles para someter a su instinto y retornar en Teshuba, y el Eterno observará sus esfuerzos y aceptará su Teshubá con voluntad.
Especialmente en estos días, previos al ayuno del 9 de Ab, y época en que la situación, tanto económica como de seguridad en Israel es sumamente conflictiva, cada persona debe asumir la responsabilidad de superarse en alguna cuestión espiritual, y de esa forma el Eterno oirá nuestras plegarias y atenderá nuestros pedidos para bien, Amen.