Citan varias obras sagradas, entre ellas el Maguid Mesharim, libro que relata la experiencia de Rabí Yosef Caro z”l (Maran) con su ángel instructor, que según nuestros sabios todas las festividades quedarán nulas en el futuro, a excepción de Janucá y Purim, lo cual se sugiere en el texto de la bendición de Janucá, Lehadlik Ner Janucá, que posee una connotación futura.
Escribe el Radba”z (Rabí David ben Zimra z”l, contemporáneo de Maran, quien fuera rabino de la comunidad y de Egipto. Falleció en Ia ciudad de Tzefat a los ciento diez años), que obviamente ningún precepto de la Torá quedará nulo jamás, como está escrito: No incrementarás y no agregarás a ellos, sin embargo en el futuro, se incrementará la paz para el pueblo de Israel que vivirá en el sosiego y la armonía, de manera que los días festivos se verán eclipsados, ya que su regocijo no resaltará ante la dicha general en que vivirá el pueblo. Lo mismo, evidentemente, debería ocurrir con los días de Purim y Janucá, por ello nos enseñan nuestros sabios que estos días escapan a la regla y siempre se festejarán con alegría y satisfacción.
Y en las halajot correspondiente a Purim, citamos lo que escribiera el Rashb”a (responsa 93) respecto a este Midrash, que aún cuando las tragedias y los sufrimientos puedan hacer que el pueblo judío prácticamente olvide sus días festivos, sin embargo con respecto a Purim poseemos la certeza que nunca se olvidará. Y lo mismo podemos afirmar en relación a Janucá.