La persona que en el mes de nisán ve árboles que comienzan su período de florecimiento, debe pronunciar la siguiente bendición: Bendito Eres Tu, Señor del universo, que no Has hecho faltar nada en Tu mundo, y Has creado árboles y criaturas hermosos para deleitarse con ellos los hombres.
Esta bendición se pronuncia en esta época del año pues es cuando comienza un proceso de forestación, o sea brotan las primera flores de los árboles frutales. Esta bendición se pronuncia sólo una vez al año.
Ahora,si culminó el proceso de florecimiento, por ej. debido a alguna situación climática en particular y ya las flores cayeron y comienzan a salir los frutos, o incluso si todavía no hubiesen salido los frutos, si ya los árboles no poseen flores, no se puede pronunciar esta bendición, ya que la misma hace referencia a como el Eterno renueva su mundo y de troncos aparentemente infértiles surgen flores. Por ello sólo si los árboles todavía tienen flores se puede pronunciar esta bendición.
También las mujeres puede pronunciar esta bendición, ya que no se considera un precepto con tiempo determinado, como el tzitzit o el lulav sino que el proceso natural impide la florestación.