Fecha de la Halajá: 9 Adar 5781 21 febrero 2021
Cada individuo judío tiene obligación de oír la lectura de la Meguilát Esther la noche de Purim y volver a oírla durante el día. Esto, lo aprende el Talmud (Yoma 61) del ver. que dice “D-os, clamaré a Ti duranet el día, y en la noche no permaneceré en silencio”, el cual es atribuído a la lectura de la Meguilát Esther pues el Salmo en que se encuentra habla de la “gacela de las mañanas” y la reina Esther fue comparada con una gacela.Por ello de este Salmo aprendemos sobre la Meguilá que fue escrita por la reina Esther conjuntamente con Mordejai.
En realidad cada persona debería leer la Meguilá de una Meguilá apta, sin embargo, debido a que no todas las persona saben leer la Meguilá o no disponen de una Meguilá apta, se oye la lectura de la misma de un oficiante que pone su atención en hacer cumplir a los oyentes su obligación y asimismo el oyente debe saber que cumple su obligación oyendo al oficiante. El oír es comparado en al Talmud a la lectura, como reza el principio halájico “shomea keoné”, o sea que quien oye es como que él mismo lee.
Ahora, la obliación original establece que es preciso escuchar la totalidad de la Meguilá del oficiante, aún así, si por alguna circunstancia no oye algunas palabras de la misma, podrá leerlas del libro impreso con el que siguie la lectura y apresurarse a alcanzar al oficiante para continuar escuchando la lectura de la misma y así, si escucha la mayor parte de la Meguilá del oficiante que lee de una Meguilá apta y sólo algunas palabras las pronuncia de su libro, cumple con su obligación de escuchar la Meguilá.
Si la persona se halla aislado debido al corona y no puede concurrir a una sinagoga a escuchar la lectura, deberá preocuparse porque algún oficiante le pueda leer la misma desde alguna habitación aledaña y así oirá la Meguilá. Si es posible conseguir una persona que se halla vacunado, ambas dosis y sitranscurrieron por lo menos siete días de la última vacunación, le puede pedir que lea para él, en el aislamiento la Meguilá si peligros de contagio. Ahora, de no poder conseguir alguien para la lectura, deberá conseguir una Meguila apta y leerla aún cuado no conozca la entonación propia de la Meguilá,. Puede pedir a algun pariente o amigo que desde un lugar seguro siga la lectura desde un libro para corregirle la lectura al enfermo o que este escuche una grabación de la lectura y le sirva de apoyo para su propia lectura.
Como vimos anteriormente, tanto hombres como mujeres tienen la obligación de escuchar la lectura de la Meguilá.
Previo a la lectura el oficiante o quien lee la Meguilá desde una Meguilá apta, deben pronunciar tres bendiciones, a saber: “Asher kiddeshana bemitzvotav…..al mikrá Meguilá”, “…..Sheasá nissim laabotenu….” y “……Sheehayanu…..” como aparecen lo libros de lectura. La bendición de “sheeheyanu” se pronuncia sólo en la noche, no sobre la lectura del día. Si por alguna eventualidad no pudo escuchar la lectura en la noche o no prounció la bendición “sheeheyanu” en la noche podrá pronunciarla sobre la lectura del día.
Al finalizar la lectura, primero se debe enrollar la Meguia -apta- desde la que se leyó y posteriormente se pronunciará la bendición final “harab et ribenu…”. Esta bendición se pronuncia sólo si se lee la Meguilá en público, sin embargo si lee la Meguilá solo no pronunciará la bendición final. Aún así, escribió nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l que no se requieren diez hombre y con diez mujeres presentes se puede pronunciar la bendición final.