Fecha de la Halajá: 15 Av 5783 2 agosto 2023
Establecieron nuestros sabios, que la persona que atravesó una situación peligrosa debe agradecer al Eterno por su salvación pronunciando la bendición de “hagomel” delante de diez hombres judíos mayores, como aclararemos a continuación.
El Talmud (Berajot 54ª) afirma: Dijo Rabí Yehuda en nombre de Rab que cuatro personas deben agradecer al Eterno por su restablecimiento, pronunciando la bendición de “hagomel”. Aquel que atraviesa exitosamente el desierto o realiza un viaje transatlántico, el enfermo que se recupera y quien recobra su libertad tras haber estado preso. Sirve como memo didáctico, el versículo que reza: Y toda criatura te agradecerá eternamente, la palabra criatura, en el versículo “hahayim”, forman el acróstico de estas cuatro situaciones arriba mencionadas.
Y continúa el citado Talmud preguntando ¿Cuál es el texto de esta bendición? Y responde: Baruj Ata A-donay…..Hagomel Lehayabim tobot Sheguemalani Col Tob. Explica Maran, en su obra Bet Yosef esta texto de la siguiente manera: Incluso aquella “hayabim”, o sea rebeldes, como nosotros que carecemos de méritos, “guemalani col tob” nos recompensas con todo lo bueno.
Esta bendición debe ser pronunciada en presencia de diez adultos judíos, dos de los cuales deben ser eruditos de la Torá –Talmide Hajamim-. Como aprendemos del versículo: Y te enaltecerán en la congregación del pueblo, y en la residencia de los ancianos te alabarán. Congregación hace referencia a diez adultos (ver Pesajim 64) en tanto que ancianos se refiere a “talmide hajamim” –eruditos-. En caso de no contar con dos eruditos, no debe abstenerse de pronunciar esta bendición ya que esta condición no es imperativa. Sin embargo los diez adultos si son condición imperativa y de no contar con diez adultos no se podrá pronunciar esta bendición. Sí podrá ser pronunciada en el pensamiento.
Es apropiado previo a la bendición pronunciar el versículo: Ode A-donay bejol Lebab Besod Yesharim Beedá o sea, Agradeceré al Eterno con todo mi corazón, en el seno de los rectos de la congregación. Y todos los presentes responden “Amen” y la frase: El Eterno, que te ha dado todo lo bueno, te recompense con lo bueno por siempre.