Fecha de la Halajá: 19 Sivan 5785 15 junio 2025
Pregunta: Tenemos una mujer de servicio no judía que ayuda en las tareas de la casa, incluyendo la cocina. Todos los alimentos que ingresan en la misma son “casher” y podemos observar a la sra. de servicio cuando esta cocina ¿Podemos consumir los alimentos que ella cocina o no?
Respuesta: Nuestros sabios decretaron una prohibición de consumir alimentos cocinados por un gentil.
Existen dos motivos para este decreto rabìnico. El primero, a fin de evitar la asimilación, ya que si podemos consumir los alimentos que ellos cocinan eso genera mayor acercamiento con el gentil y por lo tanto se abre la posibilidad de relacionarse con un no judío y casarse con él. Este concepto se conoce en la halajá con el nombre de “jatanut”, es decir prohibiciones dirigidas a evitar la asimilación.
El segundo motivo de este decreto es que el gentil puede eventualmente utilizar alimentos o aditivos no casher en la cocción que nos prepara.
Estos dos motivos, como dijimos, originaron la prohibición absoluta de consumir alimentos cocinados por un gentil.
Con respecto a los utensilios utilizados por el gentil para la cocción. Como vimos oportunamente, los utensilios como ollas, sartenes, fuentes, etc. utilizados para la cocción y servicio de alimentos prohibidos, como cocciones de carne y leche, carne no casher, etc. absorben el sabor de los alimentos prohibidos que procesaron y por lo tanto no pueden volver a utilizarse sin someterlos al proceso de “casherización”, o sea eliminar el sabor del alimento prohibido que se halla absorbido en el.
Este mismo concepto aplica a los utensilios que utilizó el gentil para cocinar alimentos, estos utensilios han absorbido el sabor al alimento prohibido, procesado por el gentil, y por lo tanto no pueden volver a utilizarse sin el previo proceso de “casherización” para hacerlo aptos nuevamente.
Este proceso de “casherización” al que hacemos referencia es el llamado en la halajà “hag`alá”, o sea sumergir el objeto en agua hirviendo, como lo vimos en las leyes de Pesaj en lo relacionado a hacer aptos los utensilios que se utilizaron durante el año, para Pesaj.
La salvedad en este caso es que, aún cuando los objetos de barro o porcelanas no pueden someterse al proceso de hag´alá, ya que el mismo no es efectivo en ellos, si es aplicable a los utensilios en los que cocinó un gentil. Este proceso de hag´alá, en este caso debe repetirse tres veces.
Cuando nuestro maestro Rabì Ovadia Yosef, z”l, se desempeñaba como rabino del Cairo, Egipto, ocurrió que la mujer de servicio, árabe, se frió para ella un huevo en la sartén de la casa del rabino. Rabì Ovadia, le indicó a su esposa que realizara la hag´alá correspondiente en presencia de la mujer de servicio para que tomara conciencia del problema que provocó y no volviera a hacerlo. (esta misma mujer, cuando nuestro maestro dejó Egipto los despidió con lágrimas en los ojos lamentándose de no poder volver a servir a la rabanit en las tareas de la casa de un gran erudito)
En las próximas entregas veremos en qué casos sí el gentil puede cocinar par el judío.