Fecha de la Halajá: 14 Iyar 5785 12 mayo 2025
Afirma el Talmud (Avoda Zara 28) que los nervios ópticos se conectan con el corazón. O sea que según el conocimiento de nuestros sabios un problema en el ojo puede considerarse como un problema en el corazón y por lo tanto habilita a profanar el Shabbat.
Según esta afirmación, la persona que sufre de fuertes dolores en el ojo o de secreciones de pus, infección, etc. en el ojo se puede profanar el Shabbat para tratarlo. Por ej. trasladarlo en automóvil, llamar un médico etc.
Sin embargo, en la actualidad la ciencia determinó que no existe relación alguna entre el ojo y el corazón. Y aún cuando el ojo está afectado ello no pone en absoluto en peligro la vida del hombre.
Y citan las grandes autoridades que la sirvienta de mar Shmuel se quejaba de fuertes dolores en el ojo en Shabbat, mas nadie la ayudó. Al día siguiente, la mujer falleció y al realizarle la autopsia se comprobó que las conexiones de su ojo afectado llegaban al corazón.
Pero, como dijimos más arriba, no existe asidero alguno según la opinión de la ciencia para estas afirmaciones. Por lo que debemos entender que quizás ciertas características del hombre se alteraron con el transcurso del tiempo.