Atendiendo la inquietud de numerosos lectores nos explayaremos sobre el tema de la Tzedaka –caridad- y el diezmo monetario.
Pregunta: Qué cantidad se le debe dar a un pobre? Es preciso darle la cantidad de comida que necesita para reanimarse o se le debe dar todo lo que necesita?
Respuesta: Pregunta el Talmud (Quetubot 67) Qué cantidad se le debe dar a un pobre? Dice el ver. Su necesidad, según lo requiera, o sea que se le debe dar lo que necesita, si está hambriento debe darle comida, si necesita vestirse debe darle ropa, si requiere algún utensilio para su casa debe proveérselo, incluso si necesita un lacayo que corra delante de él, se lo debe facilitar.
O sea que es preciso ayudar al necesitado según su situación, si se trata de una persona simple es preciso ayudarlo a conseguir comida y lo necesario para vivir decentemente, pagar la electricidad, gas, educación de los hijos, etc. Y si se tratara de una persona que fue muy rica y ahora se halla en una situación difícil, se lo debe ayudar para que no sienta la necesidad, si acostumbraba a viajar en un automóvil lujoso se lo debe proveer, si tenía una casa amplia, se lo debe ayudar a conseguir algo similar, etc. A eso se refiere “Su necesidad según lo requiera.
Obviamente si los fondos de la Tzedaka no son suficientes se debe ayudar a los necesitados con sus requerimientos básicos, comida, bebida y vestimenta. Pero si existen fondos suficientes se debe ayudar a cada uno según su necesidad.
Concluimos que cuando ayudamos con nuestro dinero al pobre, todo lo que aquel realmente necesite se incluye en el precepto de Tzedaka, incluso si le da dinero para adquirir cosas que no son de necesidad básica.
Ocurrió en cierta ocasión que Rabí Shlomo Zalmen Awerba z”l, se dedicó a reunir los alimentos necesarios para una familia para la festividad de Pesaj, dentro del paquete, el Rabí incluyó las entradas para el zoológico de toda la familia. Cuando le preguntaron si era realmente necesario facilitarles las entradas al jardín zoológico, respondió: Que puede hacer una familia durante una semana con los niños en la casa? Por supuesto es parte de la alegría de la festividad que puedan visitar el zoológico.
Aprendemos de lo anterior, que incluso las entradas al zoológico son parte del precepto de la Tzedaka y ayuda al prójimo. Más aún, aprendemos sobre la sensibilidad que debemos desarrollar hacia las necesidades del otro.
Es parte de este precepto proveer al necesitado de las ropas necesarias, lo que necesite para los días de semana y una ropa especial para Shabbat. En el caso de las mujeres es usual que utilicen mas de una ropa para Shabbat.
Ayudar a los novios para que puedan concretar su boda, en todo lo que necesiten, es parte del precepto de “hajnasat calá” –la boda de los novios-.
La persona que trasgrede alguno de los preceptos de la Torá en forma conciente y voluntaria, por ej. si se afeita con navaja u hojilla o profana el Shabbat a sabiendas de la gravedad de estos pecados, no se incluyen dentro del precepto de darles tzedaka.
Y decía el profeta Irmiya sobre aquellos malvados que lo perseguían para matarlo: Y D-os, conoces todos sus pensamientos….Que tropiecen ante Ti en momentos de Tu enojo y Haz con ellos (Yrimiya 18), y el Talmud (Baba Kama 16b) explica la expresión “que tropiecen ante Ti” como un pedido para que aún cuando deseen cumplir con el precepto de la tzedaka, le entreguen su dinero a personas no dignas, para que pierdan el mérito de dicho precepto.
Esto significa, que las personas indignas que desean cumplir el precepto de la tzedaka, si le entregan el dinero a individuos no aptos para recibir tzedaka, dicha acción carece de mérito y pierden toda recompensa por esa caridad.
Ocurrió con un hombre rico en EE.UU que mantenía una institución de enseñanza religiosa para niños y realizaba esfuerzos gigantescos para mantener su instituto. Uno de sus amigos, un hombre de una gran riqueza, se estimaba su fortuna en un billón de dólares americanos, enfermó de suma gravedad y se hallaba hospitalizado prácticamente en estado de agonía. Decidió visitar a su amigo en sus últimos momentos, y pudo comprobar que su situación era terminal y ya no le quedaban muchas expectativas de vida. Y a pesar de que amigo no era un hombre generoso para cuestiones de tzedaka, decidió tocar sus fibras más íntimas en aquel momento difícil e intentó convencerlo de que ayudara a la manutención de su escuela la cual requería de grandes esfuerzos, y ello constituiría un gran mérito para su alma. El enfermo le respondió que ya había destinado toda su fortuna para caridad y se quedó con una cantidad suficiente como para terminar sus días y dejar alguna herencia a sus hijos. Con curiosidad el visitante le preguntó a que lugar había destinado su herencia, y el otro respondió que existía en Africa un parque destinado a la protección de unos micos en peligro de extinción, se trataba de algo que lo conmovía mucho y por eso dejó todo su dinero a dicho parque ¡900 millones de dólares!!! El dueño de la escuela regresó a su comunidad y les relató este episodio comentando sobre el mérito que la persona debe tener para utilizar su dinero en forma meritoria y justa. Cuánto debemos aprender de este relato!
Por eso en la actualidad especialmente se debe tener sumo cuidado en destinar el dinero del ma´aser a entidades de ayuda reconocidas y dignas o a los eruditos de la Torá, hombres temerosos de D-os que se ocupan de que el dinero de la caridad llegue a quienes realmente lo necesitan. Tampoco se debe retener el dinero de la tzedaka pues no se decide a quien realmente se le debe entregar, pues existen instituciones de estudio y entidades dedicadas a la ayuda comunitaria en las que trabaja personas probas y honorables, en quienes se puede confiar ampliamente que darán el destino correcto al dinero del ma´aser.
En la próxima entrega veremos el orden de prioridades de la tzedaka y que forma de caridad es la más encomiable