Las mueres se hallan incluidas en todas las leyes relativas a Purim. Por lo tanto, también ellas deben enviar un “mishloaj manot” es decir un regalo a base de alimentos que constituye uno de los preceptos de Purim. Se haya en divergencia rabínica si la mujer casada debe enviar un “mishloaj manot” o alcanza con el que envía su esposo. El Gran Rabino de Israel, Rabi Itzjak Yosef Shlit”a (Yalkut Yosef 694) escribe que aún las mujeres casadas deben tratar de enviar un “mishloaj manot” a una amiga o vecina y no apoyarse en el que envía su esposo como presente familiar.
Otro de los preceptos propios de esta festividad es “matanot laebionim”, o sea dádivas a los pobres. En este caso, la discusión radica sobre si también los pequeños, con edades debajo o por encima de bar mitzva -13 años- deben cumplir con este precepto. En tanto que unos aducen que también ellos deben hacerlo así como se los educa a cumplir con cualquier otro precepto, otros señalan que, siendo que este precepto se cumple con dinero y los menores no tienen dinero propio, están exentos de cumplirlo. Rabí Itzjak Yosef Shli”ta agrega al respecto que existen argumentos para ambas posiciones, por lo que es apropiado que los niños a partir de su edad educacional, aprox. 8 o 9 años comiencen a cumplir con el precepto de la caridad en Purim. A tal efecto, será suficiente con que el padre le enseñe al hijo que entrega una dádiva a los pobres en su nombre.
En cuanto a los jóvenes, escribe el citado rabino que aún cuando deben cumplir con el precepto de “matanot levionim” alcanzará con que lo hagan de acuerdo a sus posibilidades. Cita en nombre de Rab Shlomo Zalmen Awerbaj z”l que al ser consultado por un joven de la Yeshiva sobre cuánto debía dar, le respondió que aún cuando su padre debía dar 50 shekel, para sería suficiente medio shekel para cumplir con el precepto.
Se cumple este precepto aún si se le entrega dinero a un niño pequeño menesteroso.
Escribe el Bait Hadash, que este precepto es un precepto específico de Purim, asi como lo son los cuatro vasos de vino en Pesaj, por lo tanto no compara al precepto de la caridad y cada quien debe cumplir. Y así lo dictamina el Hid”a z”l. Se concluye, por lo tanto, que también los pobres que se sustentan de la caridad deben cumplir con este precepto.
Estas dádivas de Purim deben ser entregadas a los pobres el mismo día de Purim. En la actualidad, existen personas o instituciones dedicadas a la caridad que recogen el dinero de este precepto y lo distribuyen en Purim a los pobres. Obviamente se debe poseer la certeza que se trata de personas honorables. Si no hay pobres en la ciudad en que se encuentra, debe separar el dinero y entregarlo cuando los encuentre. Nuestro maestro, Rabí Ovadia Yosef z”l en general distribuía dinero entre los pobres en Purim, un año decidió entregar todo el dinero que reunió para este precepto a un estudios que sabía, fehacientemente que era un hombre menesteroso y necesitado. Debido a que el día de Purim este hombre no se presentó ante el Rab. Al día siguiente de Purim nuestro maestro le envió el dinero por medio de un emisario.