Pregunta: Es correcta la afirmación de que aquel que injuria a otro pierde todos sus meritos los cuales se trasladan al injuriado y las trasgresiones de aquel se registran como suyas =de quien injuria=?
Respuesta: Esta escrito en la Tora “No iras chismoseando en tu pueblo”, se refiere esto a la injuria. O sea aquel que dice “tal y tal cosa me hizo fulano” pues aun cuando lo que relata es verdad comete un pecado de suma gravedad (a menos que su comentario responda a una de las condiciones que autorizan tal comentario, como por ej. Que el mismo posee un beneficio real y demás condiciones)
Rabenu Bahyie z”l una de las grandes autoridades rabínicas de los primeros tiempos, s. XIII, en su obra “Hobat Halebabot” –El deber de los corazones- (cap. Sobre la sumisión) escribe los siguiente: Escribe uno de los piadosos, que numerosas personas se presentaran ante el Eterno en el juicio celestial y cuando les muestren los meritos que poseen en su activo, hallaran que muchos de ellos jamás los llevaron a cabo. Pero les explicaran que pertenecen a aquellos que hablaron mal de ellos y los injuriaron. Asimismo cuando otras personas se presenten a su juicio y les falten muchos meritos frutos de buenas acciones que realizaron, les diran que dichos meritos se trasladaron a las personas que han injuriado. Lo mismo ocurre con aquellos que encuentran entre sus acciones muchos pecados que jamás cometieron, y les aclararan que son los pecados de aquellos a los que han injuriado.
No nos debe asombrar el hecho de que la persona pierde su meritos debido a la maledicencia que hace de otras personas, pues el Ramba”m escribe (Leyes sobre la Teshuba cap. 3): Los siguientes son los individuos que pierden su mundo espiritual: Los ateos, los renegados, quienes reniegan de la Tora…y aquellos que injurian a otros. Vemos que este pecado puede hacerle perder a la persona su mundo espiritual, por lo tanto es lógico que todo el beneficio que ha resultado de las buenas acciones aquel que injuria, se trasladen a la persona que ha injuriado.
El gran erudito Rabi Shelom Kluger z”l atribuye esta cuestión al versículo del rey Salomon (Kohelet cap. 5,5): No permitas que boca haga pecar a tu alma. Y no digas delante del angel que es simplemente un error, pues se enfureció D-os por tu comentario y destruyó aquello que hiciste con tus manos, y enseña el Midrash que este versículo se refiere a aquellos que hablan “lashon hara”, o sea injurian a otros. Y se interpreta el versículo de la siguiente manera, al hablar “lashon hara” de otra persona –inuriarlo-, muchas de las trasgresiones del otro pasan a su haber asì como muchos de sus meritos se acreditan al injuriado. Y al presentarse esta persona ante el tribunal celestial, le atribuirán pecados que nunca realizó, entonces clamarà ante el ángel celestial que se trata de un error, ¡hay un error en las cuentas! También clamará por los meritos que ha ganado con sus buenas acciones y que se están obviando, también es un error que comete el tribunal celestial. Por eso el versículo afirma “no digas delante del ángel que es simplemente un error”, pues “D-os se enfureció por tu comentario”, injuriaste a tu compañero por lo tanto todos sus pecados se trasladaron a tu cuenta así como tus méritos pasaron a la suya, “D-os destruyó aquello que hiciste con tus manos”.
Por todo lo anterior es preciso ser sumamente cuidadoso con respecto al “lashon hara” –comentarios injuriosos- que se realizan de otra persona, especialmente cuando ello no reporta ningún beneficio. Se debe poner cuidado en no hablar mal del otro y D-os considerará dicha acción como un mérito. Y si alguien hablara mal de su persona, no debe enojarse por ello, por el contrario, debe sentirse muy satisfecho pues muchos méritos por los que no se esforzó en absoluto, se registrarán como suyos.
D-os nos ayude y nos ayude a evitar el pecado del “lashon hara” y haga que todas nuestras palabras se pronucien en nombre de Su Santidad.