Escribimos oportunamente en nombre de Rabí Ovadia Yosef, z”l, sobre el texto que pronunciamos en el Bircat Hamazon –bendición final sobre el pan- “Misericordioso, aliméntanos en forma permitida y no prohibida”, que aún cuando nuestros sabios afirman que todo depende de la voluntad divina a excepción de nuestro temor a D-os, se puede pedir al Eterno que nos conceda crecer en nuestra reverencia y temor a El, pues el Eterno ayuda al hombre a superar sus inclinaciones y en ocasiones la Tefilá ayuda a dominar el Yetzer Hara, o sea las pasiones humanas.
De aquí aprendemos que si la persona posee, lamentablemente, un hijo, pariente o amigo que se apartó del camino correcto y no observa los preceptos, puede rogar por él en sus plegarias para que D-os le otorgue lucidez para retornar a la senda correcta.
Como vimos en la entrega anterior, la persona puede realizar sus pedidos personales en las bendiciones intermedias, en este caso, que pide por la Teshuba –retorno-, debe hacerlo en la bendición “hashibenu Abinu LeTorateja” que justamente se refiere a la Teshuba.
El texto que desea adicionar debe pronunciarlo antes de culminar la bendición. El texto a agregar será el siguiente: Sea Tu voluntad, D-os nuestro y de nuestros padres, que desde Tu trono celestial propicies el camino de la Teshuba para todos los trasgresores del pueblo de Israel, especialmente el de Fulano hijo de Fulana, pues Tu diestra se halla presta para recibir la Teshuba de los retornantes.
Y así, el Talmud (Berajot 10ª) relata que Beruria, la esposa de Rabí Meir le indicó que no debía pedir por la muerte de sus enemigos sino por que retornen en Teshuba, como está escrito: Y se acabarán los pecados de la tierra, y no “se acabarán los pecadores de la tierra”. En su momento, dedicamos a este párrafo del Talmud una halajá especial.
Lo mismo pedimos en las plegarias de los días solemnes de Rosh Hashana y Quipur “Y harán todos una sola unión, para servirte con integridad de corazón”.