Pregunta: Cuál es el motivo de los sufrimientos y angustias que acaecen al hombre?
Respuesta: No siempre podemos determinar la causa de los sufrimientos, ya que no podemos inmiscuirnos en las consideraciones divinas. Pero dice el Talmud (Berajot 5b) que cuando la persona observa que lo aquejan sufrimientos, debe analizar su conducta. Esto debido a que en general los sufrimientos se presentan debido a las trasgresiones del hombre. En general, existen tres motivos que dan origen a los sufrimientos en los seres humanos y debido a su importancia trataremos de detallarlos.
En principio, puede tratarse de una expiación. Pues la persona debe rendir cuenta sobre sus actos en esta vida al presentarse ante el Señor en el mundo venidero y allí recibirá el castigo por las trasgresiones cometidas, por no haber manejado sus instintos para controlar su forma de proceder. En ocasiones, D-os castiga al hombre en este mundo, o para evitarle el castigo eterno en el mundo venidero, que es mucho más grave, o como una advertencia de que debe mejorar su proceder. Ya que D-os no desea el exterminio del inicuo sino que retorne en Teshuba y corrija sus trasgresiones. Se incluyen entre estos sufrimientos aquellos que eventualmente lo afectan debido a trasgresiones cometidas en vidas pasadas. Pues escriben los sabios de la Kabbala, que no existen dudas sobre la existencia de la reencarnación y muchas de las personas que hoy habitan este mundo son reencarnaciones de almas que vivieron otras vidas y llegan nuevamente para expiar sus trasgresiones y corregirse por medio de los sufrimientos o por medio de la enmienda de sus errores, por ej. si robó para restituir aquello que sustrajo. Y el hombre debe alegrarse con estos sufrimientos ya que suponen un beneficio para él, y debe tratar de enmendar sus actos para ayudar a que dichos sufrimientos se alejen.
Otro motivo para los sufrimientos que aquejan al hombre es que D-os desea probarlo debido a que en los cielos existen fiscales que lo acusan en su proceder. Por lo tanto D-os lo prueba por medio de sufrimientos, así como probó a Job, con duros sufrimientos para evidenciar su se mantenía firme en su fe o si renegaba de la misma y de la conducción de D-os del universo. Y si el hombre soporta firme este tipo de sufrimientos, los mismos desaparecerán y se beneficiará enormemente tanto en este mundo como en el venidero.
El motivo más común en estas generaciones para el sufrimiento del hombre y que en general lo desvía del camino correcto de la Torá y el temor a D-os, son los sufrimientos debido a los errores que el hombre comete en su accionar consigo mismo y en su actitud hacia los demás. Por ejemplo, la persona que permanentemente acucia a su esposa y la provoca generando discusiones y falta de armonía en el hogar, este hombre no puede quejarse de que D-os le envió una mujer rebelde pues él mismo con su forma de proceder la aleja y provoca que ella no desee compartir nada con él. Lo mismo ocurre con la persona que se comporta en forma incorrecta en sus cuestiones comerciales, y por lo tanto desciende de su posición económica o se desbarranca, no podrá argumentar a D-os que lo condujo a la pobreza, pues él mismo con su proceder incorrecto cayó en desgracia.
Sólo si se comporta en forma correcta y honorable con las demás personas, podrá comprender que los sufrimientos son parte del plan divino dirigido a que corrija sus acciones equívocas o para ayudarlo a expiar sus pecados, o para comprobar si incluso desde la pobreza mantiene su temor a D-os.
Lo mismo ocurre con la educación de los hijos, si los mismo concurren a instituciones educativas en las que se forman sin temor a D-os, con profesores que los inducen a renegar de la fe eterna de nuestro pueblo, no podrá después quejarse de que sus hijos se encaminan en el camino correcto, pues de acuerdo a lo que la persona siembra, recogerá.
Existe también la posibilidad de que los sufrimientos lleguen debido a una composición de estos motivos arriba citados, por ejemplo para ayudarlo a expiar sus trasgresiones y para comprobar que se mantiene férreo en su fe en D-os.
Existen sufrimientos que se originan en otras cuestiones sobre las que no podemos extendernos en este contexto. Sólo debemos citar que hay sufrimientos o penas simples, no graves que aquejan a todos los hombres sin un motivo evidente, como por ejemplo si sale al camino y se insola o lo molesta sobremanera el sol, etc. que no hay ser humano que evite este tipo de sufrimientos minúsculos, sólo los inicuos y malvados que D-os desea castigar en el mundo eterno cuyo castigo es superior y más grave que el que podrían recibir en este mundo. Como dice el versículo en los Salmos: Al florecer los inicuos como la hierba, es decir que los inicuos prosperan y mejoran permanentemente, Para exterminarlos en la eternidad, o sea para hacerles perder el mundo venidero y no les reste ni un solo precepto que lo pueda ameritar en el mundo venidero.
Y el mejor antídoto para evitar los sufrimientos es el estudio de la Torá y la observancia escrupulosa de los preceptos. Pues quien asume el yugo de los preceptos D-os le evita el yugo material de este mundo. Y retorna a D-os y El lo curará de todos sus pecados evitando que lo aquejen sufrimientos y lo hará alegrarse con todo lo que le ocurra en este mundo hasta que se presente en el mundo venidero ante D-os, donde será recibido con el honor de aquellos que lograron superar los sufrimientos y elevarse por encima de las cuestiones mundanas. Y así quienes continúan con su elevación espiritual no permitiendo que lo mundano lo afecte ni los sufrimientos lo obstaculicen actuando con alegría y satisfacción por todo lo que el Eterno le depara en este mundo, sobre él dice el versículo: Y sus amados son el sol que refulge en su poder.