En el próximo Shabbat leemos la Parasha Beshalaj, la cual incluye la Shira, o el cántico que pronunció el pueblo de Israel al cruzar el Mar Rojo. Como vimos el año anterior, existe una costumbre de esparcir semillas o migas a los pájaros en este Shabbat, recordando lo que comenta el Midrash que los niños judíos, al cruzar el Mar Rojo, alimentaban a los pájaros con las semillas que obtenían de los árboles que allí crecían y las aves se asociaron al cántico del pueblo de Israel.
Según la halajá que establece que no se deben alimentar en Shabbat animales que no le pertenecen a la persona, tampoco se deben alimentar pájaros silvestres en Shabbat, y así lo legisla el Maguen Abraham quien escribe que esta es una costumbre errónea pues se fundamenta en una prohibición, como lo es alimentar animales sin dueño. Y cita al Maguen Abraham la obra Mishna Berurá (cap. 324 inc. 31) quien escribe que se debe anular esta costumbre.
En su momento, escribimos que las personas que deseen conservar esta costumbre deben colocar un pote con semillas o migajas en la ventana desde el viernes, y los pájaros obviamente se presentarán en Shabbat para consumir las mismas.
Sin embargo, Rabí Ovadia Yosef, z”l, escribe (ver Leviat Hen) que teniendo en cuenta que se trata de una costumbre de Mitzva, en recuerdo del comentario del Midrash, se la puede conservar. Y así lo cita en nombre del Tosefet Shabbat y otras autoridades. Y cita al comentarista “Or Pene Moshe” quien escribe que en épocas del Sagrado Templo existía un recipiente en el cual se guardaban restos del Man, el alimento que el pueblo judío comió en el desierto durante cuarenta años, para incrementar la fe en D-os que alimenta al hombre cotidianamente. Sin embargo, tras la destrucción del Templo este recipiente fue guardado en un lugar secreto para protegerlo –genizá-. En la actualidad, se acostumbra alimentar a los pájaros para mostrar que así como las aves se alimentan por la mano de D-os, también el pueblo de Israel, si se dedica al estudio de la Tora y la observancia de los preceptos, recibirán su manutención por arte divino.
Y cita Rabí Ovadia Yosef, z”l, otros argumentos que apoyan esta costumbre, por lo que concluye que las personas que así proceden tienen en quien apoyarse y por lo tanto puede continuar con su costumbre.
Agrega Rabí Ovadia Yosef, z”l, en nombre del Meiri y otras autoridades, que está permitido alimentar un perro callejero en Shabbat, pues alimentar un perro se considera en cierto modo un acto meritorio, como afirma el Talmud (Shabbat 155ª) La Torá se preocupó por procurarles alimento a los perros, como está escrito: No comeréis del animal muerto, al perro se lo arrojarán, pues los perros no molestaron al pueblo de Israel al salir de Egipto. Por lo tanto, en el caso de los perros se considera de alguna forma que la alimentación de los mismos es responsabilidad nuestra y por lo tanto es permitido alimentarlos aún cuando se trata de animales sin dueño. Y así lo legisla el Maguen Abraham, aún cuando en el caso de otros animales legisla que no se deben alimentarlos si no le pertenecen.
El gran erudito Rabí Shlomo Zalmen Awerbaj z”l escribe que la persona que ve animales que carecen de alimento y buscan el mismo pues se hallan hambrientos, se los puede alimentar ya que como la piedad debe ser condición natural del ser judío, por lo tanto puede alimentar animales hambrientos que carecen de dueño y buscan alimentarse.
En conclusión, no se deben alimentar en Shabbat animales o aves que no le pertenecen, por lo tanto no se deben alimentar pájaros silvestres con migajas o semillas en Shabbat. De todas formas, en este Shabbat Shira (Parashat Beshalaj) en que alimentar a los pájaros es un acto digno, que recuerda un Midrash, aquellos que acostumbran alimentar pájaros, incluso silvestres, pueden conservar su costumbre. Se pueden alimentar perros sin dueños en Shabbat.