Con respecto al asunto del milagro de Janucá, y las leyes de los días de Janucá, no están explícitas en la Mishnayot que se compusieron en la época de los Tanaim, ya que no tenemos en el Talmud un "Tratado de Janucá" como lo tienen todas las fiestas de Israel, así que no tenemos leyes explícitas en la Mishnayot. Excepto por cierto, que Janucá se menciona en el Tratado de Bikurim, con respecto a la entrega de las Primicias, y así sucesivamente en el Tratado de Rosh Hashaná. También en el Tratado de Bava Kama, se menciona la vela de Janucá, con respecto a aquellos cuyas velas de Janucá causaron el fuego), pero la mayoría de las palabras de nuestros rabinos y sabios al respecto, están en la Guemara del Tratado de Shabat (página 21b:), donde allí se explican las leyes de Janucá, e incluso nuestros rabinos nos han relatado sobre la esencia de Janucá.
Como leemos las palabras de la Guemará: ¿Cuál es el significado de "Janucá"? Estudiaron los sabios, el 25 del mes de Kislev comienzan los días de Janucá, siendo ellos ocho. En esos días no se realizan discursos de recordación a los fallecidos y no se ayuna. Ocurrió cuando los griegos ingresaron al santuario impurificaron los aceites hasta que los Jashmonaim vencieron y no encontraron sino que una sola vasija de aceite puro con el sello del sumo sacerdote la cual alcanzaba para encender un único día. Pero sucedió el milagro y duró 8 días. Al año siguiente se instauró estos días en alabanza y agradecimiento.
Por lo tanto, aunque muchos milagros les sucedieron a nuestros antepasados en esos días, en cualquier caso el mandamiento principal de los días de Janucá al encender las velas, es un recordatorio de ese milagro que ocurrió, que encontraron solo una jarra de aceite, con suficiente aceite para un día, y se hizo un milagro. La Menorá brilló durante ocho días, hasta que tuvieron tiempo de traer más aceite puro. Por eso encendemos velas de Hanukkah durante ocho días.
Pregunta el Rab Yosef Karo en su libro Beit Yosef (cap. 670), ¿Por qué se fijaron que el milagro fue durante ocho días? Después de todo, había suficiente aceite en la jarra de aceite para un día, por lo que el milagro no se realizó sino en los siete encendidos adicionales, para los cuales no había aceite, ¡y no para el primer encendido! Si es así, ¡merecemos celebrar los días de Hanukkah solo siete días!
Y nuestros rabinos, dieron varias ideas para resolver la cuestión del rabino Beit Yosef, y el mismo rabino Yosef dio algunas respuestas al respecto:
La primera respuesta, que todas las noches, ya desde la primera noche, se vertió una pequeña cantidad de aceite, un octavo de la cantidad de aceite que había en la jarra, y sin embargo las velas estuvieron encendidas a la misma intensidad durante ocho días. Si es así, ¡vimos que el milagro se hizo desde la primera vez que encendieron!, que una pequeña cantidad de aceite fue suficiente para todo el tiempo de encendido.
Una segunda respuesta, que ya desde la primera vez, cuando se llenaban los recipientes de la Menorá con el aceite adecuado, vieron que la vasija seguía llena, ¡se encontró que el milagro ya había comenzado desde la primera vez!
Y sobre la primera respuesta del Beit Yosef, este último comentó, que debería ser difícil de comprender, ¿cómo se permitieron los hasmoneos poner una pequeña cantidad de aceite en la lámpara, que no sería suficiente para más de un octavo del tiempo necesario de la iluminación? Después de todo, tenemos una gran regla que dice que "no se puede confiar en el milagro", y si es así, ¡deberían haber puesto aceite en la lámpara como la necesidad de ignición máxima!
El rabino Ovadia Yosef Zz”L responde, que desde que los hasmoneos vieron todos los milagros con los que Dios los bendijo, pocos vencieron a muchos, y realmente les mostraron desde el cielo que no les ocurre a ellos situaciones de manera natural, por lo que sabían que incluso cuando encendiendo la Menorá los milagros continuarían. Por lo que se apoyaron en el milagro y la lámpara con una pequeña cantidad de aceite, una octava parte de lo que había en el cántaro de aceite puro iluminó de igual manera.
Todas estas cosas, nos muestra acerca del cariño hacia Israel, por lo que en los días de Janucá, que agradecemos a Dios bendito por los milagros que hizo a nuestros antepasados en aquellos días en este momento, debemos recordar, la gracia de Israel ante Dios bendito, que sin duda en nuestras generaciones, recibimos su providencia siendo un milagro de Dios del cielo, el cual se sientan los enemigos de Israel como lobos en busca de presa, y el Santo, Bendito sea, ¡nos salva de ellos!
Y de esto aprendimos del rabino Ovadia Yosef Zz"l (en sus disertaciones), que aunque uno no debe orar por un milagro, en cualquier caso al orar por todo el pueblo de Israel, uno puede orar para que Dios realice un milagro con nosotros, porque toda la existencia del pueblo de Israel está por encima de la naturaleza,entonce se puede orar a Dios para que realice un milagro cuando se es que se pide para todo el pueblo de Israel.