Leemos en el Talmud (Pesahim 41) que la persona cumple con el precepto de consumir matza la primera noche de Pesah si consume la matza remojada.
De este Talmud podemos concluir que no existe prohibición alguna de consumir la matza remojada o húmeda, pues si bien la harina que se sumerge en agua comienza su proceso de fermentación, lo cual la convierte en hametz, esto rige sólo para la harina fresca y no la harina ya horneada como en el caso de la matza que no puede ya fermentar.
Y así lo escribe una de las grandes autoridades de los primeros tiempos Rabí Eliezer bar Natan, alumno de Rabenu Tam (Pesahim 39): Algunas personas se abstienen de consumir matza remojada la primera noche de Pesah pues así lo vieron de sus padres, y, equívocamente creen que se debe a la posibilidad de que el agua convierta la matza en hametz. Sin embargo la matza se puede cocinar ya que al haber sido horneada no existe posibilidad de que el agua la fermente. Y el motivo por el cual algunos se abstenían de comer matza remojada es simplemente para que el saber de la matza permanezca en sus bocas.
Es decir que el agua, una vez horneada la matza no la afecta, como vimos en el Talmud arriba mencionado. Simplemente la idea de no consumir la matza remojada la primera noche es conservar el sabor de la misma en el cumplimiento del precepto. Aún así, si las personas de la tercera edad no puede consumir la matza seca y se les facilita hacerlo si la misma se humedece, se puede hacerlo.
Sin embargo, Rab Zalmen, autor del Tania escribe en una de sus responsas (Shuljan Aruj Harab tomo 5) que es preciso cuidarse de humedecer la matza durante Pesah ya que en ocasiones permanece algún gran sin honear debido a que se aplicó un horneado rápido o restos de harina sobre la misma matza y estos se fermentan al entrar en contacto con el agua. Y así acostumbran la mayoría de las comunidades jasídicas.
Algunas autoridades de los últimos tiempos, como el Hafetz Hayim adoptaron esta cosumbre.
Pero la mayoría de las comunidades no adoptaron esta prohibición y así lo escribió el Gaón de Vilna quien autorizó preparar los famosos “kneidalaj” cocidos sin restricción alguna ya que una vez horneada la matza no fermenta. Y así acostumbraron la mayoría de las autoridades sefaraditas y así solía proceder nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l quien consumía tortas de harina de matza o matza remojada sin temor alguno. Especialmente en la actualidad en que las supervisiones autorizadas s ecuidad de que no haya harina en el área de horneado, por lo que la posibilidad de que restos de harina permanezcan sobre la matza son realmente remotos.
Por todo lo anterior, incluso un sefaradí que adoptó esta costumbre creyendo erróneamente que se trata de una cuestión halájica, puede anularla. Sin embargo si se abstuvo de consumir matza remojada porque quería asumir un comportamiento más rígido en Pesah y ahora decide desistir del mismo, debe realizar una anulación de esta costumbre delante de tres personas pues no dijo que asumía dicha costumbre “bli neder”.
Especialmente este año 5781 en que la víspera de Pesah acontece en Shabbat y debemos remojar la matza o cocinarla como veremos más adelante.