El 25 de Tebet de 5736 se llevó a cabo un evento recordatorio de los siete jóvenes asesinados en la plaza Tzión, en Jerusalén en un acto terrorista. En dicho evento, nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l envió un inolvidable mensaje que queremos reproducir.
Afirman nuestros sabios que es tan duro el fallecimiento de jóvenes de Israel como la destrucción del sagrado Templo, más aún tratándose de jóvenes observantes de los preceptos y estudiosos de la Torá. No hallo palabras apropiadas para brindar consuelo a estos padres, pues cada uno de estos jóvenes es un mundo entero. Solo el Creador del universo y Señor del consuelo puede brindárselo, como está escrito: Como el hombre al que la madre le brinda consuelo, así Yo los consuelo, y seréis consolados desde Jerusalén. Y está escrito: Y pasaré sobre ti y te veré posando sobre tu sangre. Y te diré, con tu sangre vivirás, con tu sangre vivirás. Debemos entender por qué el versículo reitera esta última frase? Pues hace referencia a una vida de creatividad y por otro lado a un vida de Torá y sabiduría, como está escrito: De no ser Tu Torá mi regocijo me hubiese perdido en mi dolor.
Dice el ver. en el libro de Jeremías: Una voz en las alturas se oye, lamento y llanto amargo. Rajel llora por sus hijos, se niega a consolarse pues no están. Y así dice el Señor, evita el llanto de tu voz y las lágrimas de tus ojos, pues existe recompensa para tu obrar, dice el Señor. Y regresaréis de tierras de vuestros enemigos y hay esperanza para tu final, dice el Eterno, y regresarán los hijos a sus fronteras. Es preciso entender por qué los versículos reiteran aparentemente un mismo concepto, ya que en principio nos dice que han de retornar de tierras de sus enemigos, y termina diciendo que han de volver a sus fronteras! Esto se puede interpretar de la siguiente manera. Existirán dos retornos a Israel, el primero al salir de las tierras de nuestros enemigos, los árabes en cuyos países vivimos Siria, Egipto, Irak, Iran, etc y qué tanto daño nos causaron con sus pogromos, persecuciones y matanzas. E incluso en la actualidad aquí, en la tierra de Israel donde continúan atacándonos y matando a nuestros jóvenes con sus ataques terroristas.
La historia que nos precede está colmada de sangre de aquellos inocentes como los del lejano Yemen, del que aún nos llegan los llantos de los huérfanos que eran raptados de sus padres y los educaban en el Islam. Y así tantas historias trágicas que nos precedieron. Y sobre esto habla el profeta cuando dice; Y regresaréis de tierras de vuestros enemigos. Podremos retornar y afianzarnos en nuestra tierra. Sin embargo ello no es todo, pues todavía queda el segundo retorno, la vuela hacia la Torá y los preceptos, el retorno a nuestras raíces y nuestra esencia espiritual, a nuestra hermosa tradición, sólo entonces habrá esperanza para nuestro final y retornarán los hijos a sus fronteras. Pues cuando el pueblo de Israel cumple la voluntad de su Padre celestial son llamados Sus hijos (Kidudhin 36).