En la entrega anterior vimos que se debe bendecir previo a la lectura de la Shema que se recita antes de dormir, y esta bendición debe pronunciarse incluyendo el nombre de D-os, es decir como una bendición completa. Vimos asimismo que aún cuando es preciso abstenerse en principio de hablar después de haber pronunciado esta bendición, si habló después de haberla pronunciado no debe repetirla ni se considera una bendición en vano. El motivo de ello es que esta bendición no hace referencia al dormir sino a la naturaleza del sueño.
Aparentemente no existe diferencia en el horario en que se dispone a dormir, y tanto si lo hace al principio de la noche como si lo hace al finalizar esta debe recitar la bendición pues toda la noche es considerada etapa de sueño y en los momentos en que las personas habitualmente duermen es preciso pronunciarla.
El gran rabino Ishayia Basan z”l (una de las grandes figuras rabínicas de Italia en e s. XVIII, maestro de Rabí Moshe Hayim Luzzato z”l) en su obra Lahme Todá (cap. 21) escribe que hay opiniones que sostienen que, según la cabbalá no se debe pronunciar esta bendición después de la medianoche, sin embargo la realidad no es así sino es preciso pronunciarla en cualquier momento de la noche en que va a dormir, aún después de la mitad de la noche. Aún así, muchos maestros de la cabbalá escribieron que esta bendición no aplica después de la medianoche. Adhiere a esta opinión Rabí Yosef Hayim z”l autor del Ben ish Hay en su obra Rab Pealim (tomo 1 sección Sod Yesharim) y así lo legisla la obra Hesed Laalafim, citando que esta es la costumbre imperante en Jerusalén donde no se pronuncia la bendición de “hamapil” después de la medianoche. Y así lo legislan numerosas autoridades rabínicas de Jerusalén. Por lo tanto, entendiendo que la costumbre instituida no es de acuerdo a lo legislado por Maran en el Shuljan Aruj, y más aún, existen diferencias entre los legisladores en cuanto a si se debe pronunciar o no esta bendición, y en caso de divergencias rabínicas en torno a una bendición nos abstenemos de pronunciarla aún cuando Maran así lo legisle para evitar pronunciar el nombre de D-os en vano, por ello y para evitar todas estas dudas, dictamina Rabí Ovadia Yosef, z”l, que no se debe pronunciar la bendición de “hamapil” después de medianoche, sino sólo murmurar mentalmente esta bendición y con ello será suficiente.
También las mujeres deben recitar la Shema previo a dormirse, pues esta lectura proporciona protección a la persona, la cual es asimismo necesaria para las mujeres.
Por ello, aún cuando a los efectos halájicos se hallan exentas de pronunciar la Shema durante el día (sin embargo, es apropiado que la reciten omitiendo la bendición correspondiente) de todos modos la Shema previo al sueño deben recitarla. Incluso la bendición de “hamapil” debe ser pronunciada por las mujeres ya que esta bendición no se considera un precepto delimitado por el tiempo –Mitzvat asé sheazeman gueramá- del cual se hallan exentas, como en el caso del Lulav, la Sucá o el Shofar, pues se trata de una bendición en alabanza al Eterno que se puede expresar en cualquier momento, solo que no cualquier momento es considerado el habitual para dormir y por ello no se pronuncia esta bendición si duerme durante el día. De todas formas las mujeres deben pronunciarla.