En esta bendición previa a la pronunciación de la Shema se recita una santificación del nombre divino, Kadosh, Kadosh, Kadosh ¿esto debe de hacerse junto con el oficiante y el público o puede recitarse en forma individual?
Como sabemos, previo a la lectura de la Shema se pronuncian dos bendiciones sobre este precepto diario. En la primera de estas bendiciones, Yotzer Or –el Creador de la Luz- se incluye una santificación del nombre divino Kadosh Kadosh Kadosh, haciendo referencia a la santificación que los ángeles celestiales hacen del Eterno. Este pronunciamiento, incluso las mujeres deben hacerlo dentro del texto de la bendición, aún cuando deben abstenerse de pronunciar el nombre divino en el cierre de la bendición, como vimos anteriormente.
Existe divergencia entre las grandes autoridades sobre si esta santificación es similar a la que pronunciamos en forma colectiva en la repetición de la amidá en público y la cual no puede ser pronunciada en forma individual, o se trata sólo de un relato que no posee el grado de santificación citado.
Nuestros sabios del Talmud (Sofrim cap. 16) este pronunciamiento que hacemos dentro de la bendición de la Shema no posee el grado de santificación sino de relato y por lo tanto no requiere un “minian” –quorum- y puede pronunciarse en forma individual.
Sin embargo, el sagrado libro del Zohar (Teruma) establece que se trata de una santificación que hacemos del nombre divino y por lo tanto no puede pronunciarse en forma individual, a menos que se lo pronuncie con los “taamim”, o sea el cántico específico de cada versículo. De esta manera se evidencia que no se está santificando, y por lo tanto debería de hacerse con un quorum sino relatando la grandeza y santidad divina. Pues este texto pertenece a los libros proféticos de Yehezquel e Ishayia.
A los efectos halájicos, dictamina Maran (Sh. Aruj cap. 59) que teniendo en cuenta que existe divergencia entre el Talmud y el sagrado libro del Zohar, divergencia que se extiende a las grandes autoridades de los primeros tiempos, se debe proceder en este caso según lo establece el Zohar. Por lo tanto, si la persona reza sin un quorum o minian, deberá pronunciar estos versículos con la tonalidad musical propia de los mismos en su origen y según aparece en los libros de oraciones.