Aùn cuando la Torà nos permite consumir los animales enumerados como puros, sin embargo existen ciertos problemas, enfermedades o defectos, heridas, etc. que prohíben al animal pues lo califican como “terefà”.
Entre estos problemas, y quizás el màs común es la presencia de ciertos filamentos que salen del pulmón y que según la opinión de grandes autoridades son evidencia de un hueco en el pulmón que fue tapado con la formación de dicho filamento, en el lenguaje halàjico denominado “sirjà”.
Entre estas “sirjot” existen algunas que pueden eliminadas simplemente al ser empujadas o frotadas suavemente con la mano. En este caso, difieren las autoridades rabínicas si se trata asimismo de la presencia de un agujero en el pulmón o simplemente de una hebra que se formò sobre el m ismo.
El Rashb”a (responsas halàjicas) escribió que se trata de una problemática sumamente compleja y que no debe de asumirse con ligereza. De hecho, continùa diciendo el Rashb”a, esto no es aceptado entre nosotros y si un shojet –matarife ritual- autoriza algún tipo de sirjà que puede eliminar frotando con la mano, tras haber sido advertido que no debe hacerlo, se lo aparta de su cargo. Pues acaso debe ser considerada “sirja” sòlo aquel filamento que es grueso como una soga y si es màs fino ya no se trata de una “sirjà? Esto no es aceptable y por lo tanto no se debe transigir de ninguna manera al respecto.
Y asì lo afirma el Tashbetz (Rabì Shimòn Tzemaj Duràn s. XV) quien escribe que aquel que asì procede, elimina la sirjà frotándola con la mano, da de comer terefà al pueblo de Israel,. Y asì lo dictaminò Maran (Sh Aruj Yorè Dea cap. 39 inc. 10) que la “sirjà està prohibida tanto si se trata de un filamento grueso como un delgado y no se puede en ningún caso frotarla o desplazarla con la mano.
El Ram”a (Sh. Aruj Ib. inc. 13) cuya opinion rige a las comunidades ashkenazitas, escribe que en aquellos países, ashkenaz acostumbran a apoyarse en la opinión de quienes sostienen que la “sirjà” verdadera no puede ser eliminada con la mano aùn si la frota todo el dìa, y si al ser frotada se logra arrancarla ello significa que se trata sòlo de una hebra sobre el pulmòn. Y aùn cuando se trata de una opinión sumamente transigente –agrega el Ram”a-, en estos países acostumbraron a seguirla.
Esta opinión citada por el Ram”a es la del Rosh quien afirma que si el filamento puede ser eliminado al frotarlo con la mano no se trata de una sirjà sino simplemente de una hebra. Y asì lo dictaminan R. Shelomo Luria z”l y el Sifte Cohen para las comunidades ashkenazitas.
A saber, la carne cuyo pulmòn se halla totalmente libre de hebras o filamentos se denomina “Halak” –en hebreo “lisa”- pues el pulmòn està liso o limpio. La carne cuyos filamentos fueron eliminados con la mano se denomina simplemente “casher”.
Obviamente, las comunidades sefaraditas en todos sus orígenes deben ser muy escrupulosas en consumir sòlo carne “halak” pues asì lo dictamina el Sh. Aruj. Y nuestro maestro Rabì Ovadia Yosef z”l fue muy insistente al respecto y exigìa que todos los sefaradim consumiesen carne “halak” pues de otra forma tanto para la mayoría de las autoridades halàjicas como para el mismo Sh. Aruj la carne se considera “terefa” y no puede ser consumida. De hecho, en ashkenaz transigieron al respecto pues, como lo afirma el mismo Ram”a eran épocas sumamente difíciles, sin embargo en la actualidad en que es fácil y accesible conseguir carne “halak” también los ashkenazim debe ser màs estrictos al respecto.
Ocurriò hace aproximadamente 60 años en Jerusalèn, que ciertas personas propusieron organizar la shejità o matanza ritual de la ciudad en forma unánime tanto para las comunidades ashkenazitas como sefaraditas. Esto suponía que la carne no sería “halak” como lo exige el Sh. Aruj y también los sefaradim la consumirían. En aquella época, se desempeñaba como superior rabino de Israel Rabì Ben Tzion Meir Hay Uziel z”l quien se destacaba por sus cualidades, su amabilidad y gentileza que lo llevaron a aceptar dicha propuesta con el fin de que impere la armonía y el Shalom entre las distintas comunidades de Jerusalen, aùn cuando ello suponía que los sefaradim deberìan de consumir una carne que según el Sh. Aruj no era considerada casher.
En aquel, cuando se propuso la idea en una reunión del departamento de cashrut de la ciudad, se levantò el gran rabino ashkenazì de la ciudad de Jerusalèn, el gran erudito Rabì Tzvi Pesaj Frank z”l y se opuso rotundamente a dicha propuesta y afirmó que si la misma prosperaba èl crearìa una organización independiente de cashrut que guardara meticulosamente las reglas del “halak” como lo exige el Sh. Aruj. y según la costumbre sefaradita.
Gracias a D-os aquella idea fue desechada y hoy podemos contar gracias a los esfuerzos de nuestro maestro Rabi Ovadia Yosef z”l y otros con carne que reúne todas la condiciones exigidas por el Sh. Aruj.