En la halajá anterior, citamos las palabras de Maran Shuljan Aruj, quien dictaminó que quien come menos del volumen de una aceituna es decir, menos de veintisiete cc, no debe lavar sus manos. (Y una medida de veintisiete gramos, debe estimarse de tal manera que si toma el pan y lo pone bien apretado en el biberón de un bebé, la tasa será de 27 cc. Es aproximadamente dos tercios de la parte esponjosa de una rebanada de pan).
El rabino Yosef Karo en el libro Beit Yosef (cap. 158) escribió en nombre del Rokeaj que la comida es menos que un "huevo" hay duda si debe lavarse las manos. Y por lo tanto debe lavar sus manos sin bendecir.
Es decir, en caso que exista la duda de si la comida tenga el volumen de un huevo (y más abajo explicaremos cuánto es la medida de "como un huevo"), entonces al haber duda si debe lavar sus manos o no debe, por lo tanto, se le debe instruir que lave sus manos, pero no bendiga. Para que no entre en el temor de "bendecir en vano".
Y el libro Beit Yosef explicó la duda en esto. Después de todo, la razón principal por la que nuestros sabios ordenaron lavar las manos antes de la comida es para que las manos no impurifiquen la comida. Y es una regla mientras existía el Templo, que cualquier alimento que no tiene medida como un huevo, no recibe impureza. Es decir, debido a que es pequeño, no hay cantidad en él que pueda contaminarlo.
Y por eso es justo decir que los sabios no exigen lavarse las manos por menos de la medida de un huevo. Por otro lado, es posible que nuestros rabinos al hacer la reglamentación de lavado de manos no hayan diferenciado entre que es más que un huevo y menos que un huevo.
Por lo tanto, de hecho, el Shuljan Aruj también dictaminó que cualquiera que coma menos de la cantidad de un huevo, lavará sus manos, pero no bendecirá la toma.
Y nuestro santo rabino Rabí Ovadia Yosef ztl. En su libro Halijot Olam [tomo 1 pag. 316] analiza según la Halajá, cuánto es el tamaño de un huevo. Su conclusión es que quien coma unos cincuenta gramos de pan, se lavará las manos sin bendecir. (Porque la tasa de un huevo para nuestro caso debe considerarse un huevo sin su cáscara, el cual pesa menos que el peso de un huevo con su cáscara).
En resumen: la comida de menos de cincuenta gramos, lavará las manos sin bendecir. Y solo cuando coma más de cincuenta gramos, lavará sus manos con bendición.