Estudiamos en el Talmud (Shabbat 73) que una de las prohibiciones de la Torá en Shabbat es la de cosechar o recoger frutos o vegetales en general, pues, como ya explicamos anteriormente, todas las prohibiciones de Shabbat se originan en las actividades que se llevaban a cabo para erigir el santuario del desierto. En este caso, se recogía los vegetales de los cuales se obtenían tinturas para teñir los distintos hilados necesarios en el santuario.
Por lo tanto, todo tipo de cosecha o recolección de vegetales está prohibida en Shabbat. Sin embargo, arrancar el fruto de una rama que ya fue cortada en víspera de Shabbat es permitido. Por ello se puede sacar las uvas o higos de los racimos pues los mismos ya fueron arrancados en víspera de Shabbat.
Afirma el Talmud (Sucá 37b) Se puede oler una hoja de mirto en su propio árbol en Shabbat, mas no se puede oler un etrog –citrón- que pende del árbol en Shabbat. El motivo de esta diferencia es que el mirto tiene como objeto ser olido y por lo tanto no tememos que lo arranque en Shabbat, pero el etrog que es un fruto y se puede consumir, tememos que lo arranque en Shabbat y por ello no se permite olerlo mientras está en el árbol.
Esto es extensivo a todos los frutos, los cuales no pueden olerse mientras están unidos al árbol, en Shabbat, por el temor que de que lo arranque para probarlo. Cualquier otro vegetal aromático que no se consume, sí puede olerse en Shabbat y no tememos que lo arranque pues no están destinados a ser consumidos sino solamente a sentir su aroma.
Escribe nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l que a los efectos halájicos se puede incluso tocar el vegetal que desea oler en Shabbat y no se considera el mismo muktze. Por supuesto, se debe poner suma atención en no arrancar y no frotar el vegetal para que expela su aroma, para evitar arrancarlo del árbol.