Pregunta: Tiene fundamento la costumbre de abrir las manos extendiéndolas hacia el cielo en el momento en que se recita el versículo “poteaj et yadeja? Asimismo, es necesario pararse en el momento en que se recita “ishtabaj shimja” previo a las bendiciones de la shema o no?
Respuesta: Aún cuando no es correcto asumir costumbres extrañas que algunos suelen adoptar, realizando todo tipo de movimiento, gesticulaciones, etc. en medio de la tefila, pues no fueron instituidas por autoridades rabínicas sino simplemente se trata de costumbres populares carentes de fundamento halájico.
Sin embargo, la costumbre de abrir la manos en el momento de recitar el versículo arriba mencionado es una costumbre sefaradí antigua que es citadas por diversas autoridades como Rabí Hayim Palachi z”l, Rabí Yosef Hayim de Babel z”l. Incluso Rabi Eliezer Waldimberg z”l en su obra Tzitz Eliezer cita esta costumbre y la confirma como poseedora de fundamentos pues simboliza la recepción de la prosperidad que envían de los cielos. Como actuara el falso profeta Tzidkia ben Quenaana al mostrarle al rey Yehoshafat unos cuernos de metal con los que, le dijo, atacaría a Aram, lo cual indudablemente aprendió de alguno de los verdaderos profetas que utilizan objetos o acciones para realzar la intención y estimular la atención al mensaje divino. Salvando las distancias, lo mismo encontramos con Moshe, quien en la guerra contra Amalek alzaba sus manos y se imponía Israel, preguntan los sabios ¿acaso las manos de Moshe son las que hacen la guerra? Y responden que cuando Israel elevan sus ojos hacia el D-os de los cielos triunfan en la guerra. Por lo tanto encontramos un símbolo de claro con Moshe que elevar las manos hacia el Eterno nos ayuda a recibir Su bendición y Su prosperidad. Aprende de lo anterior Rabí Waldimberg z”l que la acción de elevar las manos conlleva un estímulo para la concentración necesaria en este versículo que según los sabios es el lugar más apropiado para pedir por el sustento y la prosperidad.
Por lo tanto es un gran mérito conservar nuestra costumbre y elevar las manos al cielo en el momento en que pronunciamos este versículo, y así lo hace nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a.
En cuanto a la pregunta sobre si es necesario ponerse de pie en el momento en que se recita “ishtabaj shimja” o se puede permanecer sentado, se encuentra en divergencia entre las grandes autoridades de los primeros tiempos. En “Hagahot Maimon” escribe que es necesario permanecer de pie durante todo el recitado de “ishtabaj” y así lo cita Maran (ver Bet Yosef, cap. 53), sin embargo de las demás autoridades se concluye que no es necesario pararse en el momento en que se recita este párrafo, sólo el oficiante debe permanecer de pie pues debe recitar el Kadish previo a las bendiciones de la Shema, el cual se dice inmediatamente después de “ishtabaj”.
A los efectos halájicos, los ashkenazim se paran en el momento en que recitan “ishtabaj” pues así lo dictamina Rama en el Sh. Aruj, los sefaradim dictaminan según Rab Amram gaón y otras grandes autoridades de los primeros tiempos que escriben que no es necesario pararse, y así lo infiere el Maguen Abraham del mismo Sh. Aruj.