Pregunta: Es necesario, para poder retractarse correctamente, acercarse a la persona que se criticó –sobre la que se habló “lashon hara”- para aclararle lo que habló de él? Por otro lado, el rabino que dictaminó en forma rigurosa, prohibió algo cuando en realidad se podía permitir ¿debe disculparse por ello?
Respuesta: Como vimos anteriormente, los pecados entre las personas no son expiados por el día de Quipur a menos que se disculpe por ellos con el damnificado.
Por lo tanto, la persona que habló “lashon hara”, calumnió a otro, para poder retractase correctamente y pedirle disculpas obviamente debe confesarle al otro qué es lo que dijo sobre él. Así lo dictamina el Hafetz Hayim (regla 4 inc. 12), que es necesario confesarle al otro lo que habló incorrectamente de él.
Sin embargo, nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l (Hazon Ovadia sobre Yamim Noraim folio 244) escribe que si el otro desconoce que lo calumnió y si se lo confiesa hará que se enoje y se distancie más de él, no es necesario confesarle lo que lo calumnió. Y así lo dictamina en la obra Shalme Moed folio 56 en nombre de Rabi Israel Salant z”l.
Y esto posee una lógica real pues si el objetivo es lograr la convivencia armónica y la paz entre las personas, si le confiesa que lo calumnió y le especifica lo que dijo, eso incrementará más la discusión y la distancia entre las personas logrando el efecto inverso al deseado.
Agrega Rabí Shlomo Zalmen Awerbaj z”l (Shalme Moed Ib.) que si ofendió o injurió al otro y de confesarle que lo hizo logrará que se enoje con él y se distancie, es preferible callar y simplemente pedir disculpas sin mas detalles. Sobre esto está dicho “Dichoso el que cubre sus pecados”.
Con respecto al segundo interrogante, si un rabino que se expidió prohibiendo algo que en realidad se podía permitir, o que dictaminó a un sefaradí según las leyes de los ashkenazim que en cierto casos con más rigurosas o a la inversa, hay autoridades que sostienen que no es necesario que se disculpe y argumentan ciertos motivos. Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, (Ib. Folio 243) escribe que este dictamen no posee ningún fundamento, pues está escrito que “el error en el estudio es considerado una negligencia”, o sea quien no haya estudiado y comete un error en el dictamen es considerada tal acción una negligencia y de hecho debe disculparse y resarcir al damnificado.
El gran erudito de Jerusalén, Rabí Tzvi Pesaj Frank z”l cuando se acercaba un pobre a preguntar sobre un ave si la misma era “casher”, y veía que no estaba en condiciones de autorizarla, dictaminaba que la misma no podía consumirse pero le pagaba al pobre el valor del ave para que de su dictamen no saliese un perjuicio para los pobres. Y así, solían todos los pobres de Jerusalen acercar sus preguntas a este gran erudito pues sabían que de él no les sobrevendría un perjuicio.