Pregunta: Se debe contraer enlace sólo con personas que son observantes de los preceptos desde pequeños?
Respuesta: Escribe el Talmud (Pesajim 49) Por principio la persona debe deshacerse de todo lo que posee para contraer enlace con la hija de un erudito de la Torá y hacer que su hija se case con un erudito, pues esto se compara a la vid mezclada con la vid, es algo positivo y correcto. Pero no debe casarse con la hija de un ignorante, es decir una persona ajena a la vida de Torá, pues es algo negativo y perjudicial, y se compara esto a la vid mezclada con una zarza.
Con respecto a esto, escriben las primeras grandes autoridades, que es debido a que la persona, tanto hombre como mujer que no crece en un ambiente familiar propicio para la Torá y la observancia, su fe es endeble y por lo tanto no será compatible con alguien que desea llevar una vida vinculada a la fe y la observancia de los preceptos. Ya que un hombre o una mujer ajenos a esta vida les será muy dificultoso asumirla.
Escriben las grandes autoridades contemporáneas que en la actualidad en que las jóvenes se educan en instituciones ortodoxas, aún cuando pertenecen a una familia no observante, son muchachas de fe y comprometidas con la observancia y por lo tanto no existe impedimento alguno al respecto. Lo mismo aplica con los jóvenes retornantes que se involucran en el estudio de Torá y la observancia y se convierten en personas respetables y temerosas de D-os.
Más aún, la experiencia mostró que muchas jóvenes retornantes, de hogares no religiosos, superan en su observancia y temor a D-os a muchachas hijas de gente observante y erudita. Y así lo sostiene nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a. De todas formas si la joven sigue ligada a la familia no observante y ello no le permite crecer espiritualmente, se debe ser cauteloso al respecto y en todo caso aconsejarse con un rabino experto en la materia que le sugiera cómo proceder.
Al margen de todo lo anterior, escribe el Talmud (Calá cap. 1) que la persona que fue engendrada por padres no observantes y por lo tanto no nació en estado de pureza, se considera esto una falencia en su persona. El sagrado libro del Zohar expresa asimismo esta opinión.
De todas formas, es opinión de los grandes rabinos contemporáneos y así lo sostiene Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, que estos jóvenes retornantes que se involucran en la vida de observancia y fundamentalmente estudian la Torá, purifican su espíritu de tal forma que eliminan cualquier resto de impureza en sus personas. Y dice el Talmud (Berajot 34b) que el lugar que alcanzan los retornantes no puede ser alcanzado incluso por los grandes piadoso. Pues la Torá fue comparada con el fuego, que purifica todo cuanto alcanza. Y está escrito: “Y será medicina para tu cuerpo y elixir para tus huesos” (Proverbios)