Hoy es 15 de Ab y como explicamos esta fecha está íntimamente relacionada con el casamiento por lo que continuaremos hablando al respecto.
En el Talmud (Tratado de los Padres cap. 5 mishna 21) afirma que a los dieciocho años el joven debe contraer matrimonio. Y así lo dictamina Maran en el Shuljan Aruj donde escribe que a partir de los 18 años el joven debe contraer matrimonio.
Mucho se escribió al respecto. Y gran rabino Rabí Yosef Hazan z”l (eximia autoridad rabínica de Esmirna hace 20 años), escribe en su obra Hikre Leb que posiblemente el motivo sea que, incluso en aquellas épocas, consideraban nuestros sabios que el hombre no alcanzaba su madurez tanto intelectual como laboral sino hasta esa edad. Y por este motivo aún en la actualidad cuando se consulta una autoridad rabínica en ocasiones sugiere esperar un tiempo, para que el joven alcance su madurez intelectual y material.
El Talmud (Kiddushin ) enseña en nombre de Raba, estudiaron en la escuela de Raban Gamaliel, que hasta los veinte años D-os espera por el hombre si se casa, si alcanza esta edad y no contrae matrimonio, el Eterno le dice que se deshagan sus huesos. Debido a ello es que, en la medida de lo posible y aceptable, se debe tratar de que los hijos contraigan matrimonio en forma temprana, aún antes de los veinte años. Y así opina nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, y otras autoridades contemporáneas.
Sin embargo tanto el hombre como la mujer no deben ser intempestivos a la hora de escoger una pareja y es preciso que analicen detenidamente la calidad humana y el entorno familiar de la persona con la que contraerán matrimonio y por supuesto que esta halle gracia físicamente, ya que la pareja debe acompañar a la persona toda la vida y los hijos que con la misma se engendren serán los que continúen el hogar que sus padres formaron.
Por otro lado el hombre no debe tomarse esto a la ligera pues eso en ocasiones significa que se dilata el precepto del “creced y multiplicaos” lo cual es de suma gravedad.
Y no se debe realizar investigaciones e indagar en forma demasiado exigente ya que ello no siempre conlleva buenos resultados. Y tras analizar correctamente las condiciones se debe confiar en D-os con absoluta integridad, como dice el versículo “Y serás íntegro con D-os, tu D-os”. (ver Igrot Moshe, Yore Dea tomo 1 cap. 90).
Y no siempre los encuentros excesivos son de utilidad, lo importante es actuar con inteligencia y criterio. Y por supuesto elevar las plegarias al Eterno para que El nos ayude a encontrar la pareja ideal, como dice el Talmud (Berajot 8ª) Dice el ver. “Sobre esto ora a Ti todo hombre piadoso, en el momento de hallar”, se refiere esto a hallar a la pareja deseada.