El próximo lunes, D-os mediante, es 15 de Ab, sobre el que está dicho en el Talmud (Ta´anit 26) Dijo Raban Shimon ben Gamliel, no existen días buenos para Israel como el 15 de Ab y el día de Quipur, pues en ellos las muchachas salen a la campiña con ropas blancas prestadas. Eran días en que las muchachas solteras, especialmente las de menos recursos trataban de conseguir su pareja. Por eso creemos apropiado ver algunas leyes referentes a la boda.
Está escrito en la Tora (Bereshit 1,27) Y creó D-os al hombre, con imagen de D-os lo creó a él; varón y mujer los creó, y les dijo creced y multiplicaos llenad la tierra y gobernadla.
Con estas palabras la Torá le encomienda a cada hombre judío el precepto de casarse para reproducirse.
Con respecto al motivo de este precepto escribe el Sefer Hajinuj que el mismo está destinado a que el hombre pueble la tierra y se de cumplimiento a la forma de vida de la Torá con sus preceptos, como está escrito Y así dijo D-os….no en vano fue creada sino para habitarla la creó (Isaías 45).
Esto, por supuesto, posee implicancias halájicas ya que por medio del casamiento se cumple un precepto de la Torá.
Escriben las grandes autoridades como el Ramba”n y el Raaba”d que el hombre debe realizar sus acciones siempre consagradas a D-os, especialmente este precepto del casamiento el cual no debe llevarse a cabo simplemente para canalizar los instintos carnales, ya que de esa forma el mismo pierde todo su contenido espiritual y su grandeza como precepto divino.
Estudiamos en el Talmud (Yebamot 65) que el precepto de la reproducción aplica sólo para el hombre y no para la mujer, y el citado Talmud explica que esto se fundamenta en la expresión del versículo arriba mencionado. Y así lo dictaminan las autoridades rabínicas y Maran (Sh. Aruj Eben Haezer)
De todas formas, escribe Maimonides que la mujer no debe permanecer soltera, y agrega el Ra”n que cuando la mujer se casa también cumple con un mandato divino.
El Maguen Abraham (comentarista del Sh. Aruj) escribe que la mujer también se incluye en el precepto rabínico de casarse pues el versículo de Isaías arriba mencionado dice que el mundo fue creado para ser habitado y esto implica tanto al hombre como a la mujer.