Dice el versículo: Si te olvidare Yerushalaim que se olvide mi diestra, se pegue mi lengua a mi paladar si no te recuerdo, si no subo a Jerusalén a la cabeza de mi alegría (Salmos 137).
El Talmud (Baba Batra 60b) comenta sobre la expresión “la cabeza de mi alegría”, que se refiere a las cenizas de los novios que entonces solían colocar sobre sus cabezas en recuerdo de la destrucción del sagrado Templo. Y así suelen hacerlo algunas comunidades ashkenazitas, que colocan sobre la cabeza del novio ceniza en recuerdo de la destrucción del Templo.
Esta costumbre es citada por Ramba”m y Maran (Sh. Aruj) donde dice: El novio, en su palio nupcial se coloca cenizas sobre la cabeza en el lugar donde se coloca las filacterias, como está escrito: “Para ponerle a los dolientes de Tzión, la corona en lugar de las cenizas” (Isaías 61), y la corona hace referencia a los tefilín, las filacterias. Y así lo dictaminan el Ro”sh y el Ri”f.
Agrega Maran (en su obra Bet Yosef en nombre del Kol Bo) que en algunas comunidades dejaron de lado esta costumbre temiendo que los tefilín del novio no estén aptos y así como no se cumple el colocar “las cenizas en lugar de la corona”, en el futuro no se cumplirá “colocar la corona en el lugar de las cenizas”. Debido a esto, suelen romper un vaso en el palio nupcial como recuerdo de la destrucción del Templo, y así lo acostumbramos nosotros.
El Mahari”t (Rabí Yosef Tirani z”l s. XVI) agrega que otro motivo por el cual se rompe un vaso de vidrio es que, así como el vidrio puede recomponerse, al disolverlo, también el sagrado Templo volverá a reconstruirse.
Comenta nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, que muchos ignorantes en el momento en que se rompe el vaso en la ceremonia gritan “mazal tob” y celebran alegremente, todo lo cual no tiene lugar en este momento en que se debe recordar con tristeza la destrucción de Jerusalén. Por ello lo ideal es que el novio antes de romper el vaso, recite el versículo arriba mencionado, “Si te olvidase Jerusalén….” Para que la gente se concientice que se trata de un momento de seriedad y recuerden la tragedia de Jerusalén.