Como hemos visto anteriormente, previo a obtener provecho de un aroma es preciso pronunciar la bendicion correspondiente instituida por nuestros sabios, para evitar obtener provecho de lo creado por D-os en este mundo sin agradecerle.
Ya vimos que en general existen cuatro tipos de bendiciones sobre los aromas. En la entrega anterior explicamos sobre la bendición que se pronuncia por las especies vegetales que provienen de los árboles, “boré atze besamim”.
A continuación veremos sobre las especies derivadas de los arbustos o hierbas, en este caso la bendición es “boré esbe besamim” como vimos anteriormente. Se incluyen en esta bendición, por ej. la menta, la “na´na” –hierba emparentada con la menta-. La ruda, que incluso muchos le atribuyen propiedades esotéricas, si disfruta de su aroma debe bendecir, sin embargo existen dudas sobre su condición por lo que se debe bendecir sobre las mismas “mine besamim” como en todos los casos en los que existen dudas sobre la condición o procedencia de la especie. (ver Halaja Berura cap. 116 inc. 2)
Sobre el ananás, el etrog, o la naranja se pronuncia la bendición “hanoten reaj tob baperot”. Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, cuando tuvo que pronunciar la bendición sobre los aromas en la salida de Shabbat y no contaba con alguna hierba o especie aromática, pronunció esta bendición sobre alguno de los frutos fragantes.
Sobre el limón se debe pronunciar la bendición “hanoten reaj tob baperot”. Sin embargo, Rabí Moshe Levy z”l en su obra Bircat Hashem escribe que, debido a que la fragancia del limón proviene básicamente de la cáscara y no del fruto, se debe bendecir sobre el mismo “bore esbe besamim” ya que la cáscara no es el fruto mismo.
Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, difiere de esta opinión ya que la cáscara es componente integral del mismo fruto y por lo tanto la bendición correspondiente en este caso es “hanoten reaj tob baperot”, como vimos más arriba, y agrega Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, que suele pronunciar esta bendición sobre el limón en Shabbat para incrementar la cantidad de bendiciones necesaria para llegar a las cien diarias y no tienen en cuenta esta opinión de Rabí Moshe Levy z”l.
Es costumbre de Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, alcanzar las cien bendiciones diarias pronunciando la bendición sobre hierbas o especies fragantes, y en el balcón de su casa tenía maceteros con distintas hierbas aromáticas sobre las que nuestro maestro solía bendecir diariamente. Y en vida de la Rabanit Margalit, esposa de nuestro maestro, ella misma se ocupaba del cuidado de estas plantas, mas tarde, ya entrada en edad y cuando su debilidad no le permitía esta ocupación, contrató un jardinero para que cuide estas plantas y las mantenga frescas y fragantes. El año 5754, cuando falleció la Rabanit Margalit Yosef z”l el jardinero no supo del lamentable fallecimiento y al no ser llamado para cuidar las plantas dejó de concurrir y las mismas terminaron marchitándose.
Despues de algunas semanas de fallecida la Rabanit, se presentó aquel jardinero en la casa de Rabí Ovadia y le comentó que la Rabanit z”l se le había presentado en sueño para reclamarle por qué ya no cuidaba de aquellas plantas para que el Rab Shlit”a disponga de esas especies aromáticas para bendecir sobre ellas como solía hacerlo cada Shabbat y sufre por esta ausencia. Por ello, el jardinero llegó hasta la casa de Rabí Ovadia para ver que se podía hacer al respecto y desde entonces continúa cuidando estas plantas con especial empeño.
En la próxima entrega veremos si se debe pronunciar alguna bendición sobre las especies sintéticas que existen en la actualidad.