Recitamos en la Hagada de Pesaj, en el párrafo correspondiente a los cuatro hijos, las cuatro diferentes personalidades que identifican a los jóvenes, sobre el hijo “rasha”, es decir el hijo rebelde, quien pregunta “que es este servicio que uds. Realizan” y siendo que se excluyó de la congregación es considerado un renegado y también tú debes golpear –simbólicamente- sus dientes y responderle: Por esto el Eterno nos sacó de Egipto.
Relata nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, un episodio ocurrido en el gran erudito Tzvi Yejezquel Mijalzon z”l, a quien se acercó una persona para preguntarle sobre este párrafo de la hagada. Por qué el redactor de la hagada fue tan contundente con la respuesta al hijo rebelde y exige “golpearle los dientes”, si la misma Tora nos ensena que ante este requerimiento del hijo debemos responderle con suavidad e indulgencia y así nos dice el versículo: Y será cuando tus hijos te digan ¿Qué tipo de trabajo es este que uds. realizan? Les responderás que es el ofrecimiento de Pesaj que hacemos al Eterno, pues salto las casas de los judíos en Egipto al castigar a los egipcios y nuestras casas salvo.
Por lo tanto, es válido preguntarse por qué en la hagada se nos exige responder en forma algo brusca y contundente al hijo que hace esta pregunta.
El rabino le ofreció una respuesta acorde a su altura. Si el hijo rebelde es una excepción en el pueblo, pues todos son respetuosos de la tradición, no será capaz de preguntar que es éste servicio que uds. realizan, ya que de esta forma se estaría excluyendo de la congregación. Y si efectivamente actúa en forma descarada y pregunta a pesar de que es el único que asume este tipo de actitud, es merecedor de que le respondan en forma dura.
Sin embargo, cuando los que hacen este tipo de preguntas son la mayoría, como ocurre lamentablemente en la actualidad en la que se incrementaron los incrédulos, que no averguenzan ante la sociedad y gritan “que tipo de trabajo es este que uds. llevan a cabo”, la Tora no indica que debemos responderles en forma suave e indulgente, pues todos los caminos de la Tora son de dulzura y agrado. Por ello el versículo nos habla de los hijos que preguntan, en plural, haciendo referencia a que son muchos los que inquieren. En cambio en la hagada es un solo individuo, el hijo rebelde el que pregunta y por eso le respondemos en forma contundente, para rechazar su descaro e indiferencia ante la tradición.