Pregunta: La persona que sufre de una enfermedad terminal y su situación es complicada y le acarrea muchos sufrimientos aún así ¿pueden sus familiares rezar para su total recuperación?
Respuesta: Citaremos algunos conceptos que ya están desarrollados en la obra “Ruaj Ya´acob”.
Ya en los escritos sagrados encontramos situaciones en las que los profetas piden a D-os por su muerte, como por ej. el profeta Eliahu quien le clama a D-os diciendo: Ya es mucho D-os, toma mi alma (Reyes I cap. 19). Y dice Yona: Y ahora, oh D-os, toma mi alma (Yona cap. 4).
Entre los sabios del Talmud asimismo hallamos este pedido en varias ocasiones, por ej. Joni, Hameaguel (Taanit 23ª) que le pide clemencia a D-os para que tome su alma y el Señor accede a ello y lo saca de este mundo.
Rabenu Nissim (Nedarim 40ª) en su comentario sobre el Talmud afirma que existen casos en los que la persona, que está afectada de una enfermedad terminal y soporta graves sufrimientos, no tiene sentido que continúe en vida. Y aún cuando los sufrimientos tienen el poder de hacer expiar al hombre sus pecados, por lo que sería bueno que continúe sufriendo, de todas formas se le puede rogar al Eterno para que le evite sus sufrimientos y aplique Su clemencia para que se lo lleve a mejor vida. Y así lo afirman otras grandes autoridades de los primeros tiempos.
Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a escribe en su obra Jazon Ovadia (Hiljot Abelut) que adhieren a esta opinión del Ra”n otras grandes autoridades, por lo que en principio así se debería dictaminar.
Sin embargo, el gran erudito Rabí Shmuel Vozner Shlit”a, escribe en su obra (Shebet Halevy tomo 10 cap. 292 inc. 3) que es difícil dictaminar según el Ra”n ya que no todo el mundo están en capacidad de determinar cuando la persona debe dejar este mundo y sus sufrimientos ya no son efectivos. A veces creemos que lo mejor es que la persona fallezca y sin embargo si continúa en vida, aún con sufrimientos esto supone un gran beneficio.
En conclusión, escribe nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a que si la persona sufre de una enfermedad terminal y se halla en medio de graves sufrimientos, se debe rogar para que D-os anule los malos designios que sobre el penden y le envíe recuperación total. Y si ya está destinado que no se ha de recuperar, debemos pedir que D-os haga lo mejor para la vida de dicha persona y en Su clemencia decrete aquello que lo beneficie.
Y aún cuando el Talmud (Berajot 10ª) escribe que incluso si la espada se hallase sobre el cuello de la persona no debe desesperar de la clemencia divina, en caso de que la persona sufre una enfermedad terminal y soporta graves sufrimientos, podemos decir que la espada lo penetró, no solo se halla sobre su cuello, por lo tanto una plegaria para su curación sería pedir un milagro y D-os se comporta en este mundo según las leyes naturales que El mismo instituyó, por lo tanto en las enfermedades terminales no se deben pedir milagros sino que D-os haga lo mejor para la persona.
En conclusión, la persona que sufre una enfermedad terminal y soporta graves sufrimientos y los médicos perdieron las esperanzas de recuperarlo, no se debe rezar para que se cure ni para que muera, sino que D-os haga lo mejor para la persona en Su clemencia divina.
En este contexto, podemos citar lo que ocurrió hace unos diez años, cuando un hombre que se hallaba ya varios años en estado vegetativo y su esposa, una mujer joven que sufría por tal situación ya que no podía ella misma forma una familia. Cuando oyó del caso Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, él mismo con un grupo de kabalitstas visitó al hombre y realizaron una tefilá especial y a los pocos días el hombre falleció, lo cual constituyó un hecho milagroso.