Pregunta: La pareja de la persona se halla señalada por decreto desde los cielos, o la misma puede cambiarse y, tanto el hombre como la mujer pueden acceder a una pareja mejor en función de sus méritos o sus plegarias?
Respuesta: Dice el Talmud (Sota 2b) Afirma Rabí Shimon ben Lakish: No le destinan al hombre una pareja sino de acuerdo a sus actos, como dice el versículo No se posará la vara de la maldad sobre el destino de los justos (Salmos 125): pregunta el Talmud, cómo es posible afirmar esto si está escrito en nombre de Rabí Yehuda que dijera en nombre de Rab que cuarenta días antes de que el feto se forme un eco celestial proclama “la hija de fulano para fulano”, o sea que la pareja del hombre se halla destinada de los cielos, por lo tanto como afirma Rabi Shimon ben Lakish que depende de la acciones de cada persona. A esto responde el Talmud, que la primera pareja del hombre la obtiene según lo que le desintaron de los cielos, en tanto que la segunda nupcias depende de su accionar.
En realidad, explica Rabì Tubia HaLevy z”l (una de las grandes autoridades rabínicas de la ciudad de Tzfat hace aprox. 400 años) que incluso la primer pareja del hombre se obtiene según las acciones de cada uno. Pues aún cuando se decreta de los cielos, este decreto acerca a las personas que poseen cierta afinidad, uno muy piadoso con una mujer algo menos piadosa o viceversa, aún cuando no poseen ambos el mismo nivel de piedad, de todas formas se casarán ya que así lo determinó la divina providencia.
Sin embargo las segundas nupcias se concretan según las acciones de cada uno, con gran escrupulosidad, a un hombre piadoso, una mujer piadosa; a una menos piadosa, un hombre menos piadoso.
Y se escribieron otras diferencias al respecto, como que el hombre puede perder la pareja que tenía destinada según sus accionar o ganar una mejor según sus plegarias, etc.
De todas maneras, cuando la persona busca concretar su pareja, debe buscar en forma coherente y no con exigencias desmedidas o no acordes, todo debe realizarse en nombre de D-os y para poder cumplir con el precepto divino de forma una pareja.
Sabido es lo que se relata sobre el gran erudito Rabí Meshulam Igra z”l, quien vivió hace aproximadamente 200 años. Este rabino, desde su tierna juventud se hizo famoso por su brillante intelecto y su constancia en el estudio, hasta alcanzar fama de genio. Se fijó en él Don Shmuel Bek z”l, un adinerado y piadoso hombre de negocios que le ofreció a su única hija como esposa. Esta joven, no pudo conciliar con la entrega absoluto de Rabí Meshulan al estudio y la espiritualidad y al no poder soportarlo le pidió el divorcio. Asimismo su padre le pidió a Rabí Meshulam que le entregue el divorcio a su hija ya que veía que la mismo no era feliz ni estaba satisfecha con su matrimonio. Cumplió Rabí Meshulam la voluntad de su esposa y su suegro y entregó el divorcio.
En aquella misma época, se suscitó una gran discusión entre las autoridades rabínicas de la ciudad de Brody, uno de los afamados centros de Torá de Europa, respecto a un divorcio que había realizado Rabí Moshe Mintz z”l. En tanto que algunas autoridades aceptaban el citado documento de divorcio como válido, otras lo desautorizaban. Por lo tanto, decidieron enviar la cuestión a Rabí Yeshaia Berlín z”l quien era considerado una autoridad absoluta en la halajá debido a sus enciclopédicos conocimientos sobre Talmud y sus comentaristas. Junto con la pregunta, los distintos rabinos le hicieron llegar a Rabí Berlin z”l sus opiniones, y entre las opiniones se hallaba la de Rabí Meshulam Igra z”l.
Estando Rabí Yeshaia Berlín abocado a la lectura de las distintas opiniones que le expresaban los rabinos sobre el problema en cuestión. Recibió la visita de Don Shmuel Bek, que se hallaba en la ciudad debido a sus cuestiones comerciales y decidió visitar a Rabí Yeshaia y presentarle sus respetos. Al presentarse delante del rabino, éste le preguntó si conocía a Rabí Meshulam Igra z”l? Y le respondió que sí, que se trataba de un jovencito de diecisiete años. Entonces, el rabino le expresó animosamente su asombró ante la erudición y el brillante manejo de todas las fuentes rabínicas de un muchacho tan joven! Al oír el comentario del gran Rabino de la generación sobre quien había sido su yerno, se consternó de tal forma que se desmayó. Rabí Yeshaia llamó inmediatamente a la gente de su casa para que trataran de reanimar a Don Shmuel Bek, quien al despertarle explicó al Rabino que Rabí Meshulam habí sido su yerno y se vio obligado por pedido suyo a divorciar a su hija. Le respondió Rabí Yeshaia Berlin z”l, si un joven tan brillante fue tu yerno y le pediste que divorcie a tu hija, puedes desmayarte nuevamente.
No pasó mucho tiempo, y Rabí Meshulam Igra z”l desposó a la hija del Rabino de Brody, R. Itzjak Horowitz z”l con la que construyó un feliz y ejemplar hogar.