Los peces se autorizan sólo si poseen las dos condiciones que hallamos explícitas en la Torá, escamas y aletas dorsales. Las autoridades halajicas analizan el caso de peces que poseen escamas que sólo son perceptibles por medio de un microscopio, si se autorizan estos peces o no.
Esta cuestion del microscopio posee distintas implicancias halàjicas, como por ejemplo si el pulmón del animal posee un hueco, en este caso el animal es considerado Terefá –no apto para el consumo-, sin embargo qué ocurre si este hueco es perceptible sólo por medio de un microscopio, el animal ¿es considerado terefá o no?
El gran erudito Rabí Jalfon Moshe Hacohen z”l (Gran Rabino de Yerba hace aproximadamente 56 años) escribe que los peces cuyas escamas son perceptibles sólo por medio de un microscopio no pueden autorizarse ya que la Torá no exige sino aquello que el ser humano puede percibir por medio de sus sentidos sin ayuda de aparatos o mecanismos externos. Por lo tanto tampoco un hueco en el pulmon se considera “terefá” a menos que no sea perceptible por medio del ojo humano desnudo. Y agrega que así lo dictamino su abuelo cuando fue consultado respecto al agua que tras ser filtrada varias veces aún así se podían observar por medio del microscopio organismos pululando en ella, y contestó Rabí Moshe Hacohen z”l que la Torá no prohibió sino aquello que es visible al ojo humano sin ayuda externa, ya que la Tora no fue entregada a los ángeles, pues de lo contrario. Algunos investigadores señalan que el aire posee bacterias pululando en el mismo y a nadie se le ocurriría prohibirlas pues de lo contrario no podríamos respirar. Sin embargo aquello que el ojo puede percibir, aún cuando requiera de la luz del sol pues es muy pequeño, como lo insectos en las hojas de verdura, es preciso revisarlo ya que está prohibido.
En conclusión, los peces cuyas escamas se ven sólo por medio de un microscopio no están autorizados y los microorganismos presentes en el agua que sólo pueden verse por medio de un microscopio no están prohibidos. Lo mismo aplica para los frutos con microorganismos visibles sólo por el microscopio, pueden consumirse. Sin embargo, si por medio del microscopio se ven insectos que crecerán y podrán ser perceptibles al ojo humano, están prohibidos. Ya que puede utilizarse el microscopio para facilitar la revisión del ojo humano, no reemplazarla para aquello que este puede percibir.