El Talmud (Ta´anit 30ª) afirma que nuestros sabios decretaron cinco prohibiciones el día de tisha beab, a saber: Comer, beber, ungirse –con aceite o cremas aromáticas-, calzar calzados de cuero y relaciones maritales. Y afirma nuestros sabios (Ta´anit 30b) que aquel que se enluta por Jerusalén ameritará ver su reconstrucción, y aquellos que no se enlutan por la destrucción de la ciudad Santa, no tendrá el mérito de ver su reconstrucción.
Generalmente, con la caída del sol comienzan a regir estas cinco prohibiciones, y por lo tanto se debe descalzar el calzado de cuero con la caída del sol. Sin embargo, este año 5782, en que tisha beab acontece domingo, no se quita el calzado de cuero sino hasta por lo menos veinte minutos después de la puesta del sol, o sea cuando ya anocheció, debido a la honra del Shabbat por el que se debe calzar calzado de cuero. Cuando ya anocheció, por lo tanto, se pronuncia la frase “baruj hamabdil ben kodesh lejol” –bendito aquel que separa entre la sagrado y lo secular”- y se calza el calzado de tela para concurrir a la sinagoga a recitar la plegaria de “arbit” –de la noche- de tisha beab con las elegías correspondientes a este triste día.
Debido a lo anterior, sugiere Rabí Ovadia Yosef, z”l que se anuncie en la sinagoga que la oración de arbit se llevará a cabo por lo menos media hora después de la caída del sol, a fin de permitirle a la concurrencia cambiarse de ropa y calzado y regresar a la sinagoga para comenzar el día de tisha beab.