Pregunta: Existe según la halajá alguna obligación de colocar sal sobre la mesa antes de pronunciar la bendición de “hamotzi” –sobre el pan- durante la semana?
Respuesta: El Talmud (Berajot 40ª) afirma: Así dijo Raba hijo de Shemuel en nombre de Rabí Hiya, la persona no puede pronunciar la bendición sobre el pan sin antes contar en la mesa con sal o “liftan” –alimento que se utiliza para acompañar el pan-. Y así lo dictaminan el Ramba”m (Leyes sobre Bendiciones cap. 7 inc. 3) Y el Shuljan Aruj (cap. 167 inc. 5).
Entre las primeras grandes autoridades rabínicas se dieron dos motivos para esta legislación. El Reh”a (Rabí Aharon Halevy z”l s. XIII) escribe que un pan sin sal, soso, no es tan apto para ingerirse y por lo tanto debe colocarse sal en la mesa para untar el pan. La obra Halajot Guedolot, sostiene que, previendo que tras pronunciar la bendición no encuentre sal y la pida, antes de probar el pan, instituyeron que en la mesa se coloque siempre sal de manera que no deba interrumpir entre la bendición y probar el pan. Y adhiere a esta opinión el gaón Rabí Eliahu de Vilna z”l. Y aún cuando si interrumpe para pedir sal no debe repetir la bendición de “hamotzi” sobre el pan, ya que interrumpe con algo que se relaciona con la bendición, de todas formas en principio no es adecuado que interrumpa en absoluto.
Escriben las autoridades halájicas que esta legislación regía en épocas en que el pan se horneaba sin sal y por lo tanto se untaba el mismo en sal sobre la mesa, sin embargo en la actualidad en que a la masa misma del pan se le adiciona sal no es necesario según la halajá colocar sal en la mesa para untar el pan. Asimismo está escrito que el pan limpio que en la actualidad consumimos, amasado con harina blanca, no necesita adicionarse con sal para saborizarlo ya que el mismo es apto para consumirse sin aditivos. Lo mismo aplica si la persona desea consumir el pan solamente, sin ningún agregado o aditivo, tampoco es preciso que se le adicione sal, pues en cada uno de estos casos no aplican los motivos que expusieron las autoridades halájicas arriba mencionadas.
Y así lo legisla Maran en el Shuljan Aruj, donde escribe que si la persona consume pan horneado con harina blanca, o si se agregó en la masa sal –como en nuestros panes- o si la persona desea comer el pan solo, sin agregados, no necesita esperar a que traigan sal a la mesa.
De todas formas, es costumbre generalizada colocar sal en la mesa, desde el comienzo de la comida hasta finalizar la misma. Y así acostumbra nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, quien coloca sal en la mesa tanto en Shabbat como días de semana, como escribe Ram”a en el Shuljan Aruj, que la mesa se asemeja al altar sobre el que se realizaban los sacrificios en el sagrado Templo –si la comida se realiza para obtener fuerzas y servir al Eterno- y sobre las ofrendas está escrito: Sobre todos tus sacrificios ofrecerás sal (Vaikra ¡,2). Y esto es apropiado para proteger de penurias.
Por lo tanto, es apropiado tanto en Shabbat como días de semana colocar la sal en la mesa antes de bendecir sobre el pan (especialmente pues según la Cabbalá existen otros motivos para hacerlo)