Escribe el Tur, que es un precepto positivo que rige para cada individuo de Israel ayudar monetariamente a los necesitados, tzedaka; asimismo, existe una trasgresión para aquellos que evitan dar caridad, como está escrito en el versículo: No endurezcas su corazón y no cierres tu mano a tu hermano el mendigo (Debarim 15,7), y afirma nuestros sabios en el Talmud (Baba Batra 12b) sobre este versículo que aquel que evita dar caridad es considerada su acción como un forma de idolatría, pues está escrito con respecto al precepto de la caridad “Guárdate de que no haya en tu corazón iniquidad” y sobre la idolatría escribe el versículo “Y salieron individuos inicuos”, vemos que la Torá utiliza la misma expresión en ambos casos por lo que se asemejan.
La persona que observa el precepto de la caridad se cuenta entre la descendencia bendita por D-os, como está escrito sobre el patriarca Abraham: Pues encomendará a sus hijos y todos quienes lo sucedan, observar el camino de D-os y hacer lo correcto y pertinente. Y el nombre de Israel y la verdadera religión se consuman por mérito de la caridad, como está escrito: Con la tzedaka te constituirás (Isaías 54). Y el pueblo de Israel será redimido por el mérito de la caridad, como dice el versículo: Tzion con justicia será redimida y sus retornantes con caridad
Nunca la caridad empobrecerá a la persona ni le ocasionará perjuicio alguno, como está escrito: Y será la acción de la tzedaka, paz. Está escrito que aquel que se apiada de las criaturas se apiadarán de él en los cielos, por lo que es necesario prestar oídos a las necesidades de los menesterosos si pretendemos que D-os oiga nuestras necesidades.
Asimismo es importante saber que D-os oye a los necesitados, por lo que si estos claman a El por ayuda D-os oirá dicho clamor y castigará a aquellos que pudiendo haber ayudado no lo hicieron. No se debe pensar que al dar caridad se está despilfarrando un dinero propio, pues el dinero que la persona posee es un depósito que D-os le entrega para que lo administre y ayude con el mismo a quienes lo necesitan.
En las próximas entregas vernos más sobre este precepto.