Pregunta: Si le envía a su compañero alimentos dulces, que contienen azúcar, como “mishloaj manot” –precepto de enviar porciones a un compañero en Purim-, sin embargo este no puede consumir dichos alimentos ya que sufre de diabetes aún así ¿cumple con el precepto de “mishloaj manot”?
Respuesta: El gran erudito R. Yosef Hacohen z”l (integrante del supremo tribunal de Jerusalmen junto con Rabí Ovadia Yosef, z”l en el pasado) escribe al respecto y cuestiona que aún cuando se cumple con este precepto al enviar carne cruda (como de hecho lo dictamina Rabí Ovadia Yosef, z”l), en todo caso quien lo recibe puede preparar una comida la cual puede consumir en Purim, sin embargo en este caso el receptor no puede consumir lo que le envían ya que sufre de diabetes, por lo tanto, aún cuando se trata de alimentos que otros pueden consumir, él no puede hacerlo.
Adhiere a esta opinión Rabí Yehoshua Noibirt (autor de la obra “Shemirat Shabbat Kehiljeta”) quien aduce que teniendo el cuenta el motivo de este precepto, incrementar la amistad y el compañerismo enviando alimentos que alegran a las personas, en este caso no se cumple dicho objetivo ya que quien los recibe no puede consumirlos.
Sin embargo, Rabí Shlomo Zalmen Awerbaj z”l difiere de esta opinión y sostiene que indudablemente se cumple el precepto de “mishloaj manot” con estos alimentos y prueba de ello es que de hecho se cumple con el precepto si se envían alimentos lácteos, aún cuando quien los recibe seguramente consumió carne en el banquete de Purim (lo cual también es un precepto) y no puede consumir alimentos lácteos. Significa, que lo principal es que el alimento sea apto aún cuando no lo es para quien lo recibe.
Nuestro maestro, Rabí Ovadia Yosef, z”l, escribe que existe una diferencia básica en el caso de alimentos lácteos, quien los recibe podrá en otro momento usufructuarlos, por lo tanto se cumple el objetivo de incrementar el compañerismo por medio del envío de alimentos, pero en el caso del diabético nunca podrá consumir alimentos con azúcar.
De todas formas, escribe Rabí Ovadia Yosef, z”l, que teniendo en cuenta que aún cuando el mismo receptor no puede consumir estos alimentos otros integrantes de su familia pueden hacerlo, asimismo el hecho de recibir un regalo de por sí conlleva una actitud de amistad y compañerismo, por lo tanto concluye que se cumple el precepto aún cuando se envían alimentos azucarados a un diabético, ya que la costumbre imperante es enviar este tipo de alimentos o golosinas en Purim.
Señala, sin embargo, que es preciso poner atención ya que existen personas que pueden sentirse mal al recibir este tipo de alimentos, por ej. un joven que sufre de diabetes y al recibir un alimento azucarado acongoja de no poder consumirlo, por lo tanto en estos casos se debe enviar alimentos que el recepto pueda realmente consumir.