El Talmud (Berajot 54a) afirma que la persona no debe clamar sobre el pasado pues lo mismo se consideraría una plegaria vana. Por ej. la persona cuya esposa está encinta y pide para que el niño a nacer sea varó, se trata de una plegaria vana. Pues la persona debe pedir por el futuro y agradecer por el pasado, ya que por los sucesos pasados no se debe rezar. Por ej. en el caso del niño no puede rezar para que se produzca un milagro que cambie el sexo del niño que ya está determinado. Asimismo afirma el citado Talmud que la persona que llega de un viaje y oye clamores en la ciudad, no debe rezar para que dichos clamores no surjan de su casa, pues estaría rezando en vano.
El Talmud pregunta en nombre de Rab Yossef sobre esto pues el versículo en referencia a la matriarca Lea afirma que Y después de esto tuvo una hija, después de qué suceso tuvo a esta hija pregunta el Talmud, y responde que en esto sucedió después del análisis que Lea realizara de la situación y dijo: Doce tribus serán las que originen al pueblo de Israel, yo ya he engendrado seis (Reubén, Shimon, Levy, Yehuda, Isajar y Zebulun), las otras mujeres de Ya´acob engendraron dos cada una: Bilha a Dan y Naftali, y Zilpa a Gad Y Asher) por lo tanto si yo doy a luz otro varón mi hermana quedará por debajo de las otras mujeres, inmediatamente el feto se convirtió en una mujer, a eso se refiere el versículo cuando dice “y después tuvo una hija”. Vemos por lo tanto que es posible que un feto cambie su sexo en función de la plegaria que los padres realizan, lo cual contradice al texto del Talmud arriba mencionado.
El Talmud cita dos respuestas a este cuestionamiento, en principio, no se traen pruebas de una situación milagrosa como fue la de Lea. Segundo, quizás el embarazo de Lea no tenía cuarenta días y dentro de los cuarenta días el sexo del bebe no está definido, por lo que se puede rezar para que resulte un varón y no se considera una plegaria vana. Y así lo dictamina Maran (Shuljan Aruj cap. 230) y otras autoridades halájicas. Por lo tanto después de los cuarenta días de embarazo se debe rezar sólo por que el niño nazca sano y exitoso. Y ya es sabido lo que escriben los rabinos sobre la importancia de la plegaria de la mujer durante el embarazo para que sus hijos sean estudiosos de la Torá y temerosos de D-os y sus hijas dignas descendientes de nuestras matriarcas. En la próxima entrega ampliaremos el tema.