Como ya vimos anteriormente, al comer un fruto nuevo es preciso pronunciar la bendición de Sheeheyanu tras la bendición correspondiente del fruto, agradeciendo al Eterno el mérito de poder consumir nuevamente un fruto nuevo.
Según esto, debemos analizar el caso de frutos similares, como en el caso de los cítricos como pomelos y naranjas, si ya pronunció la bendición sobre uno de ellos y posteriormente, después de algunos días se le presenta la oportunidad de comer otro fruto de especie similar al anterior que también es producto nuevo del año ¿es necesario pronunciar nuevamente la bendición de Sheehayanu sobre el segundo fruto? Especialmente en los casos de injertos como la toronja, producto del pomelo y la naranja, si consumió una toronja y después de algunos días tiene la oportunidad de bendecir sobre una naranja ¿cómo debe proceder?
Existe al respecto discrepancia entre las primeras grandes autoridades sobre el caso de los higos negros y los verdes. En tanto que algunos sostienen que se deben pronunciar la bendición de Sheeheyanu sobre cada tipo de higo, otras autoridades opinan que se trata de subespecies y por lo tanto no es preciso repetir la bendición. Citan al respecto como prueba la halajá sobre “terumá” –diezmo- de frutos en cuyo caso se consideran ambos tipos de higo una misma especie.
De hecho, con respecto a los distintos tipos de cítricos como las pomelas, naranjas, mandarinas, etc. incluso los injertos, escribe Rabí Ben Zion Aba Shaul z”l (Or Letzion tomo 2 folio 141) que siendo que estos frutos se diferencian tanto en su sabor como en su apariencia y su nombre, corresponde pronunciar sobre cada uno de ellos la bendición de Sheeheyanu al presentársele para comerlos, más aún teniendo en cuenta la opinión que sostiene sobre los higos que al poseer distinta apariencia se bendice por cada uno de ellos.
Lo mismo dictamina el Ben Ish Hay (Parashat Ree) donde escribe que sobre los distintos tipos de calabaza o zukini se pronuncia la bendición de Sheeheyanu en cada caso pues aún cuando se asemejan al poseer apariencia, sabor y nombre diferenciado ameritan una bendición en cada caso.
Y así lo dictamina también Rabí Ovadia Yosef, z”l (Halijot Olam tomo 2) donde escribe que los distintos tipos de cítricos al diferenciarse en las tres características arriba mencionadas requieren la bendición de Sheeheyanu por cada uno que vaya a consumir.